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¿Qué hacer cuando el perro destruye la casa? Sigue estos sencillos consejos

Tener una mascota es una responsabilidad que muchos subestiman, ya que aunque no lo parezca, se trata de seres con mucha energía y necesitan liberarla

Muchos dueños de perros al regresar a casa escuchan desde el exterior un ladrido constante que no se sabe cuántas horas ha durado.

Posiblemente después de eso al abrir la puerta, se encuentran con una cantidad incontable de zapatos destrozados, sillas con el respaldo arrancado, la mesa del comedor con una pata roída, el sofá sin cojines y muchas cosas echadas a perder, convertidos en una escultura abstracta adornada con retazos de tela. Saber qué ha pasado es fácil: el perro lo ha destrozado todo.

Ahora bien; ¿De quién es la responsabilidad? La pregunta puede parecer extraña, ya que es el perro el que ha destruido, por lo que es sencillo pensar que él es el responsable, pero, en realidad no es tan sencillo porque, como hemos visto en varias ocasiones, los perros tienen necesidades tanto de especie como de raza, así que este comportamiento no es algo aleatorio, no tienen control sobre la vida que llevan y su conducta es una reacción a aquello que experimentan y a la percepción que tienen del mundo, e incluso la destrucción que hacen no es gratuita, ya que esta es la manifestación de un malestar y, obviamente, cuando hay algo malo en el animal, la responsabilidad es directamente de su dueño.

¿Por qué un perro puede llegar a actuar de forma tan destructiva?

Según los expertos, hay principalmente dos razones a tener en cuenta:

  1. Aburrimiento.
  2. Ansiedad por separación.

¿Cómo identificar si mi perro ha destrozado la casa por aburrimiento o ansiedad por separación?

Los destrozos, ladridos y lloriqueos intensos en los 30 minutos posteriores a que el perro se quede solo,  suelen demostrar que la mascota sufre un caso de ansiedad por separación. Pero, en caso de que el perro esté tranquilo y se duerma cuando los humanos salen de casa y los ladridos insistentes y los destrozos se produzcan cuando este se despierta, es muy probable que lo que sucede esté más relacionado con el aburrimiento.

Estos dos estados, la ansiedad por separación y el aburrimiento, algunas veces pueden expresarse de forma similar, pero se tratan de formas muy diferentes, por ejemplo, el aburrimiento se resuelve fácilmente si el propietario aplica algunas estrategias, pero la ansiedad por separación es un problema delicado que requiere la intervención de un adiestrador de perros profesional.

¿Cómo se debe abordar la situación?

En caso de que se trata de ansiedad por separación:

Es importante comprender que cada perro es un individuo en sí mismo y que cada fórmula perro-humano es única, por lo que no hay recetas universales que sirvan en todos los casos. La singularidad del perro y de la fórmula perro-humano es la principal razón por la que un problema grave como la ansiedad por separación amerita la intervención de un adiestrador profesional.

En caso de aburrimiento:

Como todos sabemos, a los perros, sobre todo cuando son jóvenes, les encanta mantenerse en movimiento, trabajar y los retos, en concreto, ellos necesitan ser estimulados adecuadamente tanto física como mentalmente. Los perros que viven una vida sin estímulos se aburren, por lo que buscarán cualquier manera de quemar ese exceso de vitalidad y energía, lo que en la mayoría de los casos termina en ese poder destructivo.

Teniendo en cuenta que los perros no deben quedarse solos durante mucho tiempo, es importante evitar que se aburra para que no destruya todo a su paso. Para conseguirlo, lo mejor es seguir alguno de los siguientes consejos:

  1. Si a tu perro le gusta ir en coche, trata de llevarlo contigo, así podrá distraerse y conocer el mundo.
  2. Cada perro tiene su propia predisposición y preferencias, por eso es importante identificarlas y ofrecerle las actividades que mejor se adapten a su naturaleza.
  3. Trata de hacer su vida menos monótona, por ejemplo, cambiar los caminos, los parques y las carreteras para que él pueda explorar más a gusto.
  4. Déjale algo que hacer: por ejemplo, huesos para mordisquear. De hecho, mordisquear es una actividad que les engancha, ya que los cansa y les provoca felicidad.
  5. Trata de hacer que se canse. Un perro cansado es feliz descansando en lugar de dedicarse a destruir lo que encuentra.

Para cansar al perro de forma correcta puedes, por ejemplo:

  1. Dar largos y satisfactorios paseos.
  2. Jugar juntos al escondite, al frisbee, al tira y afloja, etc.
  3. Jugar a actividades que pongan a trabajar su mente e ingenio.

Ten por seguro que un perro satisfecho y que ha completado su necesidad de actividad física y mental no tiene motivos para destruir cosas en el hogar.

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Lidia Baldomero