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Cocina, recetas y alimentos

¿Las cápsulas de café son confiables? Necesitas conocer esta información

Las máquinas de café expreso se han vuelto súper populares en los últimos años y están en la mayoría de los hogares españoles. En este mercado, el sistema de cápsulas de café es muy atractivo. Pero ¿Se trata de una bebida segura para la salud? Veamos.

Las cápsulas de aluminio selladas herméticamente que conservan el sabor del café son las responsables del éxito de este tipo de máquinas, pero también se han planteado algunas preguntas sobre su uso. En 2013, la Agencia Nacional Francesa de Seguridad Alimentaria (ANSES) estudió a diez marcas de cápsulas para determinar su contenido de contaminantes químicos como aluminio, cobalto, cromo, estaño, níquel, cobre, zinc y acrilamida. El veredicto del análisis fue que el café de cápsulas tenía niveles ligeramente más altos de la media (excepto en aluminio), pero del mismo orden de magnitud que el café de filtro. Estás variaciones, según la Agencia: “no son suficientes para modificar la contribución del café a la exposición de los consumidores y el riesgo vinculado con estos compuestos químicos”. Así que, a primera vista, no hay de qué preocuparse.

¿Cuál es el efecto de estas cápsulas de café y el efecto de cóctel?

Las cápsulas de café están muy lejos de ser la única fuente de exposición a sustancias potencialmente dañinas. El aluminio se encuentra presente de forma natural en algunos alimentos, como el té, el cacao, algunos aditivos alimentarios y en algunos medicamentos y tratamientos de agua. Teniendo esto en cuenta, surge la duda del efecto acumulativo, sobre todo porque algunos estudios recientes señalan que el aluminio en ciertas presentaciones podría ser irritante para el tracto digestivo y provocar trastornos intestinales.

Se sabe que cerca del 40% del aluminio ingerido se acumula en la mucosa intestinal y podría contribuir a la alteración de esta barrera y un desequilibrio de la microbiota. Además, hay otra sustancia relacionada con el efecto cóctel y que podría suponer un problema: la acrilamida. Esta se encuentra en la clasificación de “probable carcinógeno” en humanos por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC).

Esta sustancia se ha encontrado en la cocción de ciertos alimentos, como el café, y es la segunda fuente de exposición en los adultos por detrás de las patatas fritas. Si el índice de acrilamida del café expreso en cápsulas no es preocupante, ¿Qué pasa si se suma al índice obtenido por otras fuentes: patatas fritas, galletas, pasteles industriales, caseros o tostadas? Es algo a tener en cuenta.

Sobre los índices de furano.

Es cierto que el informe de la Anses fue tranquilizador para la mayoría de los contaminantes, pero era muy claro en señalar la importancia de estudiar los índices de furano, otra sustancia clasificada como “potencialmente cancerígena” por la IARC. Según un estudio de la Universidad de Barcelona: “el furano aparece en todo el café cuando se tuesta y la cápsula atrapa este compuesto altamente volátil, conteniendo el café cerca del doble de furano en las cápsulas comparado con el café de filtro. Ciertamente, esto no causa que se superen las dosis recomendadas, pero, en cuanto al aluminio y la acrilamida, el efecto de acumulación plantea más de una duda, especialmente porque el café no es el único proveedor de furano en nuestro consumo de alimentos diario.

Índices de cafeína más altos en el café de cápsulas.

Esto es lo último de lo que habló la Anses: el contenido de cafeína del café en cápsulas es más alto que el presente en el café de filtro y el espresso en cápsulas blandas. Por lo tanto, si se consume en las mismas cantidades que el café tradicional, el espresso en cápsulas podría causar una sobredosis de cafeína y sus efectos secundarios.

Por último, como consumidores, tenemos la responsabilidad de ser conscientes de los riesgos de la cafeína y sus efectos desgastantes en el organismo. Te recomendamos solo tomar una o dos tazas de café máximo al día y si es posible, preparar tu propio café con granos que tú mismo hayas molido y con los agregados que tú prefieras, pero con poca azúcar.

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Veronica Pereira