11 beneficios de la dieta mediterránea que debes conocer

La dieta mediterránea te ofrece mucho más que una dieta deliciosa. Descubre por qué es famosa y reconocida en todo el mundo.
La dieta mediterránea, tal como se presenta en el sitio web de la Fundación Dieta Mediterránea, es un valioso patrimonio cultural que es más que una guía nutricional, rica y saludable. ¿Conoces los beneficios de la dieta mediterránea? ¡Sigue leyendo, te lo contamos todo!
La importancia de esta dieta la ha llevado a ser reconocida como parte del patrimonio inmaterial de la humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Además, este régimen está relacionado con todo un conjunto de tradiciones y costumbres, porque involucra factores culturales y folclóricos.
Es una forma de nutrición que implica la inclusión de ingredientes saludables y formas saludables de preparación. Debido a sus características inherentes, no solo es una dieta rica en sabores, sino también en beneficios para nuestro cuerpo. Por eso hablaremos de los 11 beneficios de la dieta mediterránea.
El decálogo mediterráneo
La Fundación de Dieta Mediterránea detalla todas las cualidades de este programa de alimentación:
aceite de oliva
La grasa principal es el aceite de oliva, que contiene vitamina E, betacaroteno y ácidos grasos monoinsaturados que le confieren propiedades cardioprotectoras.
Productos de origen vegetal.
En la dieta mediterránea hay una gran cantidad de productos de origen vegetal que proporcionan minerales, vitaminas, fibra y agua. Por ejemplo:
- frutas
- verduras
- legumbres
- champiñones
- Frutos secos
Cereales
Los cereales (pasta, arroz) y el pan deben ser parte de nuestra dieta diaria, aunque son más digeribles si están hechos de harina de trigo integral. Estas son fuentes de carbohidratos que proporcionan la energía que necesita el cuerpo.
Alimentos de temporada.
Los alimentos más apropiados en todo momento son los de temporada. De esta manera, puede comer alimentos más frescos y menos costosos. ¿Qué más se puede pedir?
Productos lácteos.
Los productos lácteos, como el yogur y el queso, deben estar presentes en las comidas diarias porque proporcionan proteínas, minerales y vitaminas, al tiempo que promueven el equilibrio de la flora intestinal.
La carne como acompañante.
La carne se debe comer con moderación. No deben ser platos básicos, sino que solo deben servirse como acompañamiento.
Pescado y huevos varias veces a la semana.
El pescado se debe consumir mucho porque tiene propiedades protectoras cardiovasculares. Los huevos son ricos en proteínas y deben consumirse varias veces a la semana, pero con moderación.
Las frutas para el postre.
El postre debe hacerse con fruta fresca y los dulces deben ser ocasionales. El consumo de dulces no está prohibido, pero se recomienda un consumo moderado para evitar los excesos de azúcares y las calorías vacías.
El agua, la bebida de elección.
El agua es la bebida ideal para este tipo de dieta, mientras que el vino debe consumirse con moderación. Se recomienda consumir vino durante el almuerzo.
ejercicio fisico
Finalmente, el ejercicio físico es el acompañamiento esencial de la nutrición. Si come bien, pero vive una vida sedentaria, no sentirá todos los beneficios de la dieta mediterránea.
Los 11 beneficios de la dieta mediterránea.
- Combate el colesterol malo.
Entre las principales ventajas de la dieta mediterránea se encuentra el consumo abundante de mariscos, pescado y verduras, en oposición al consumo moderado de carnes rojas. Esto está vinculado a una disminución en los niveles de colesterol.
- Es beneficioso para el corazón.
La dieta mediterránea ayuda a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares porque reduce la presión arterial alta, gracias a la presencia de ácidos grasos insaturados asociados a los nitratos y nitritos de los vegetales.
Estos ácidos grasos se encuentran en frutos secos, aceite de pescado, aceitunas y aguacate.
- Previene el derrame cerebral.
Una de las condiciones clínicas más comunes en la actualidad es el accidente cerebrovascular, más conocido como ACV.
La dieta mediterránea reduce significativamente el riesgo porque es rica en frutos secos y aceite de oliva, lo que evita los ataques. Esta declaración se basa en los hallazgos del Centro de Investigación sobre Nutrición Humana y Envejecimiento de la Universidad de Tufts, EE. UU., E investigadores del Instituto de Salud Carlos III.
- Ayuda a evitar problemas estomacales.
El nitrito de los vegetales verdes combinado con polifenoles (sustancias antioxidantes), que se encuentran en las manzanas y el vino tinto, actúan como protectores gástricos. Esto previene las úlceras estomacales y ayuda a aliviarlas si ya las tiene.
- Reduce el riesgo de Alzheimer y demencia.
Los huevos son una parte importante de la dieta mediterránea. Con este alimento, las funciones cerebrales mejoran gracias a un estado óptimo de los vasos sanguíneos. Como resultado, la probabilidad de deterioro mental disminuye para aquellos que siguen esta dieta.
- Controla la diabetes.
Gracias a una dieta baja en grasa, dulces y postres, la dieta mediterránea contribuye al tratamiento de la diabetes tipo 2.
- Lucha contra la obesidad.
Un buen equilibrio dietético, una ingesta moderada de carbohidratos, azúcares y bebidas pasteurizadas o carbonatadas, así como la presencia de verduras, grasas «buenas» y proteínas, ayudan a perder peso y mantienen el peso ideal.
- Ayuda a prevenir la enfermedad de Parkinson.
Los alimentos en esta dieta tienen un gran poder antioxidante, que previene el daño celular y reduce la probabilidad de la enfermedad de Parkinson.
- Protege los huesos.
La ingesta adecuada de productos ricos en calcio ayuda a fortalecer los huesos, lo que puede prevenir fracturas y trastornos óseos.
- Fortalece la agilidad.
Los alimentos nutritivos en esta dieta promueven la firmeza y fuerza muscular, lo que se traduce en una mejor condición física, independientemente de la edad.
- Previene el envejecimiento.
La abundancia de antioxidantes y calcio, así como la menor probabilidad de sufrir diversas enfermedades, implican una mejor salud física y, con ello, una vida saludable, larga y productiva.
Como podemos ver, la dieta mediterránea tiene muchas ventajas. Si desea incluir esta forma de nutrición en su rutina, consulte a un especialista para que su transición sea la más adecuada.