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Cocina, recetas y alimentos

Así es como realmente se conserva el ajo

Aquí tienes unas pocas reglas claras para conservarlo en casa, en el congelador o en aceite, con el fin de mantener su sabor y sus propiedades nutricionales.

El ajo se compone principalmente de agua, contiene proteínas, lípidos, hidratos de carbono, azúcares y fibras. Además, tiene un alto nivel de potasio y fósforo, también tiene calcio, magnesio y hierro, vitamina B6, vitamina A y betacaroteno. Tiene propiedades antimucolíticas, antihelmínticas (por lo que actúa contra lombrices intestinales y oxiuros), digestivas, antisépticas y es hipoglucemiante. Pero ¿cómo conservar el ajo a la perfección sin perderse de estos beneficios?

Para guardar y prolongar la vida del ajo en casa, hay que conservarlos a temperatura ambiente, pero en un lugar fresco, seco y ventilado, en donde no haya humedad, tampoco contacto directo con la luz solar y se encuentre a salvo de los cambios climáticos.

Formas para almacenar el ajo.

En casa.

Para guardar y prolongar la vida del ajo en casa, hay que conservarlos a temperatura ambiente, pero en un lugar fresco, seco y ventilado, en donde no haya humedad, tampoco contacto directo con la luz solar y se encuentre a salvo de los cambios climáticos. Se guardarlos en una bolsa de papel (que evitará la humedad). Nunca lo guardes en la nevera: el frío, que suele conservar mejor las verduras, no es bueno para el ajo.

En el congelador.

Una cosa es que guardes el ajo en la parte baja de la nevera, y otra es que los pongas en el congelador, ya que la escarcha permite que se mantengan por más tiempo, sin afectar su sabor ni sus propiedades. Pero antes de meterlos en el refrigerador, recuerda limpiarlos muy bien y quitarles la cáscara. Cuando hayas hecho esto, colócalos en un recipiente hermético y procede a congelarlos. Cuando necesites ajo para alguna preparación, solo debes sacarlo unos minutos antes de utilizarlo.

Envasado al vacío.

Si lo prefieres, puedes guardar los ajos al vacío para que no les afecte el aire y no se estropeen en poco tiempo (el vacío conservará los ajos durante muchos meses). Una vez más, saca los clavos del bulbo, quítales la piel e introdúcelos en la bolsa de envasado y pon en marcha la máquina de envasado al vacío, para poder utilizarlos nada más abrir la bolsa.

En aceite.

El ajo en aceite es otro método de conservación muy popular. Se extraen los clavos del bulbo y se les quita la piel, luego se hierven durante cinco minutos, se escurren, se secan y se colocan en un tarro de cristal esterilizado. Añadir aceite de oliva virgen extra hasta que estén bien cubiertos. Cierra bien el frasco, colócalo boca abajo y después de unas horas guárdalo en la despensa. Cuando lo abras, puedes guardarlo en la nevera durante unos días. Asegúrate de que todo está bien esterilizado para evitar el botulismo y otros problemas graves.

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Veronica Pereira