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Estos son los motivos por los que no deberías volver a tomar café por las mañanas

Esta es la bebida más consumida del mundo, después del agua; y aunque muchos la usan para mantenerse activos, hay que saber que consumirla en exceso tiene sus riesgos

Si bien muchas personas ya tienen el hábito de tomar café después de una comida y especialmente para desayunar y poder mantenerse despiertos a tempranas horas de la mañana, hay que saber que esta bebida al consumirse en exceso tiene sus riesgos.

No es un secreto que para más de uno una taza de café representa el comienzo de su rutina matutina, pero todo parece indicar que este hábito es parcialmente inútil frente al objetivo de que todo vaya bien en el día, y peor aún, podría llegar a ser contraproducente para nuestro organismo.

El Dr. Frédéric Saldmann, especialista en salud, quiso advertir a los consumidores sobre este tema, ya que, según sus investigaciones, lo mejor es esperar hasta las 11:00 de la mañana o el mediodía para que esta bebida pueda aportar efectos positivos al cuerpo.

El mal hábito del consumo de café matutino

Cuando el día comienza, muchos somos conscientes de que tenemos demasiadas cosas por hacer, por lo que siempre tendemos a buscar una pequeña dosis de energía apenas nos levantamos para poder mantenernos en pie, sobre si se trata de personas que no están acostumbradas a madrugar.

Sin embargo, todo parece indicar que lo que pensamos que es algo bueno es en realidad un mal hábito. Ahora bien, esto no significa que el café sea una bebida perjudicial y que no cuente con todas sus propiedades energéticas y productivas, sino que es necesario ser prudente en la cantidad y las horas en las que se ingiere.

Según lo dicho por el médico, tomar café antes de las 11:00 de la mañana no es realmente beneficioso en materia energética para nuestro cuerpo, por lo que consumir esta bebida en las mañanas solo es una cuestión de costumbre y maña.

Entonces, ¿El café no tiene efecto alguno?

Como ocurre con el consumo de medicamentos, la cafeína deja de tener el mismo efecto si se toma con demasiada frecuencia, por lo que, si un café antes nos ofrecía energía, con el tiempo, incluso dos o tres, no nos darán ese impulso que necesitamos. Por lo tanto, si tomas café nada más al levantarte, es a primera hora de la tarde cuando se empieza a notar el bajón de energía.

Esto se puede explicar de forma muy sencilla: el cuerpo empieza a segregar cortisol en grandes cantidades nada más al despertarse. El cortisol es conocido por ser la hormona del estrés, por lo que es responsable de mantenernos en estado de alerta. Por lo tanto, tomar un café en ese momento crea un torbellino de energía, el cual no es necesariamente positivo, motivo por el que podemos encontrarnos rápidamente con personas que se muestran agitadas, sudorosas y en estado de ansiedad apenas al comenzar el día.

Cuando los niveles de cortisol comienzan a bajar en el cuerpo, es el momento en el que la cafeína deja de funcionar, por lo que son dos fuentes de energía que se apagan al mismo tiempo, esto puede provocar rápidamente una gran caída, así que se recomienda que las dos energías se turnen en vez de que se acumulen fuertemente y dejen un gran vacío después.

¿Cuáles son las mejores horas para consumir café?

El médico recomienda horarios bastante concretos para tomar café y que este mantenga un efecto positivo en el organismo. Cómo ya mencionamos en varias ocasiones, se debe evitar su consumo por la mañana, y dejarlo mejor para cuando los niveles de cortisol son bajos, es decir, alrededor de las 11:00 horas. Entonces está claro que en este momento, la cafeína tendrá su impacto más efectivo en el cuerpo y en la producción de energía.

Sin embargo, algunos cafés son más fuertes que otros, por ejemplo, el café robusta es más fuerte en cafeína que el café arábigo, pero tiene un sabor amargo. Sin embargo, el café Arábica tiene más virtudes, ya que favorece la memoria, la atención y la concentración. No obstante, no se deben superar las seis tazas al día, ya que de lo contrario los efectos negativos serán más fuertes que los positivos.

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Angelica Guerrero