¿Necesitas contactar al equipo editorial? Envía tus correos electrónicos a [email protected] o ve a nuestro formulario.
Salud

Evita conducir bajo los efectos de estos medicamentos

Estar al frente del volante de un vehículo es una acción que amerita mucha responsabilidad, para evitar desenlaces indeseados

Como todos saben, conducir requiere tener al máximo las capacidades de atención y concentración. Precisamente por esto, las modificaciones y actualizaciones del Código de Circulación no son del todo extrañas, basta con pensar en las nuevas normas introducidas en los últimos meses de 2021, relacionadas con las disposiciones que deben seguirse al conducir.

Por lo tanto, es fundamental mantenerse siempre informado, sobre todo si se es conductor de un coche. Teniendo esto en cuenta, también pueden surgir muchas preguntas, por ejemplo, ¿Existe algún fármaco que se debe evitar cuando se conduce? Y de ser así, ¿Cuáles son?

¿Qué drogas deben evitarse al conducir?

Para nadie es un secreto que está prohibido manejar algún vehículo si se está intoxicado o si se ha tomado algún medicamento, ya que este puede trastornar el estado mental y físico de la persona que va al volante. Algunos medicamentos causas ciertos efectos en el cuerpo que hacen que no sea prudente dedicarse a conducir; entre ellas se encuentran:

Antihistamínicos: En la mayoría de los casos, es utilizada para tratar las alergias. Existen varios tipos y entre sus posibles efectos secundarios podemos encontrar dificultad para respirar, somnolencia y mareos.

Pastillas para dormir: Estos medicamentos se prescriben para aquellos que tengan dificultades para dormir, es decir, que tenga problemas de insomnio. Los efectos secundarios más comunes son hormigueo en distintas áreas del cuerpo, mareos, dolores de cabeza y dificultad para concentrarse.

Antidepresivos: Como su mismo nombre lo indica, se usan para tratar la depresión y actúan sobre determinados neurotransmisores del cerebro. Los efectos que está píldora puede generar pueden variar en función del grupo de medicamentos usados, sin embargo, los más frecuentes son alteraciones visuales, somnolencia y agitación.

Ansiolíticos: Se trata de una droga psicotrópica que se emplea para tratar los trastornos generados por la ansiedad y el estrés, aunque, en algunas ocasiones también se utilizan para tratar los trastornos del sueño. Los más populares se basan en las benzodiacepinas y sus efectos secundarios más comunes son la sedación, la somnolencia y las dificultades psicomotoras.

Relajantes musculares: Este tipo de droga está destinada a relajar los músculos esqueléticos y lisos (en su mayoría involuntarios) y se emplean principalmente para aliviar la sensación de dolor tras los problemas musculares. Existen diferentes categorías de relajantes musculares. Entre las posibles contraindicaciones, podemos mencionar mareos, somnolencia y trastornos del sueño.

Otros medicamentos que pueden afectar a la conducción

El sitio web de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. también añade los analgésicos opiáceos, los antipsicóticos y los antiepilépticos. También se pueden agregar ciertos medicamentos que contienen estimulantes, como la cafeína, las efedrinas, las pseudoefedrinas (por ejemplo, píldoras para adelgazar, medicamentos para la congestión nasal), analgésicos opiáceos y medicamentos a base de codeína, un principio activo contenido en los medicamentos administrados como sedantes para la tos.

 ¿Cuáles son los posibles riesgos?

Existen dos puntos de vista para responder esta cuestión, la primera es que estos medicamentos pueden afectar las condiciones y capacidades de los conductores, ya que podrían alterar la concentración, la visualización, provocar somnolencia y, en general, repercutir en el estado psicofísico y los reflejos de quien está al volante.

Sin embargo, la otra postura plantea que, precisamente porque el conductor es consciente de que ha tomado ciertas drogas, se puede concentrar más al conducir. A pesar de esto, aún no existen bases sólidas que respalden 100 % esta postura.

Lo importante es consultar al médico con regularidad y evaluar siempre la relación riesgo-beneficio si se toman determinados medicamentos para evitar cualquier efecto secundario.

 

 

¿Le resultó útil este artículo?
Lee también:
Lidia Baldomero