6 formas de recuperar un plato demasiado salado
¿Te has pasado con la sal? Estos trucos te sacarán de apuros en caso que alguna comida te quede muy salada.

Aunque la sal es un ingrediente esencial en la cocina y realza los sabores sin potenciarlos, un exceso de sal en un plato puede ser un problema. Por lo general, una receta elaborada con demasiada sal resulta desagradable o, en todo caso, difícil de degustar, saborear y digerir. Puede ocurrir que seamos víctimas de una distracción o de una mala dosificación de ingredientes que ya son muy sabrosos, pero cuando un plato está demasiado salado, pensamos inmediatamente en un fallo en su preparación. En realidad, es muy importante probar mientras se cocina, ya que unos pequeños trucos pueden ayudar a ajustar el plato y dejarlo a punto.
Remedio 1: Azúcar.
La sal y el azúcar son polos opuestos en la cocina y esto podría ser un dato muy útil en estos casos. Si te has excedido con la cantidad de sal de una de tus preparaciones, puedes intentar colocar un terrón de azúcar en una cuchara y dejarlo en el plato o en la olla por unos minutos. El azúcar no debe permanecer demasiado tiempo ni mezclarse con la preparación.
Remedio 2: Patatas.
Si el problema son las salsas, las sopas o los guisos, puedes intentar salvarlos utilizando patatas: nada más sencillo y eficaz. La patata debe estar pelada, sin cocer y cortada en rodajas de aproximadamente medio centímetro de grosor. Una vez colocadas las rodajas en el plato, deben permanecer allí hasta que se vuelvan transparentes, lo que demuestra que el exceso de sal ha sido absorbido al menos parcialmente.
Remedio 3: Pan.
Si no tienes patatas, puedes probar con pan, sobre todo con pan duro. La dinámica es la misma: dejarla unos minutos en la fuente o cacerola para que absorba todo el exceso de sal.
Remedio 4: Fruta.
Este remedio no se puede utilizar en todos los platos, sino sólo en aquellos que lo permitan, como los platos de carne o pescado. Puede ser útil añadir al plato una cucharada de zumo de limón y una rodaja de manzana verde.
Remedio 5: Agua.
Si la cantidad de sal usada para realizar correctamente una receta de carne o de verduras se ha visto alterada, puedes intentar salvarla con un poco de agua. Basta con pasar el alimento por una sartén con agua hasta que el exceso de sal disminuya. Una vez que se ha drenado el agua salada, el alimento se puede considerar recuperado.
Remedio 6: Nata para cocinar.
Un remedio específico para las salsas y condimentos: si te has pasado con la sal, prueba a añadir dos cucharadas de nata para cocinar o de soja a tu salsa de carne o de tomate.