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Estilo de vida

Saltarse las comidas es un grave error: aumenta el riesgo de acumular kilos de más

Nuestro cuerpo primero pierde líquido, luego nuestros músculos y finalmente nuestras reservas de grasa. Este círculo vicioso crea la reducción de la masa muscular y en su lugar, el aumento de la masa grasa.

Muy a menudo sucede que después de una comida abundante se ayuna para pasar a la siguiente. Esto puede ser comprensible en los días festivos que pronto nos involucrarán a todos, como la cena y el almuerzo de Navidad. Pero, ¿qué le sucede a nuestro organismo, si nos saltamos la cena o el almuerzo, se convierte en un truco para recuperar nuestro imprudente atracón?

En realidad, es sólo una aparente pérdida de peso. Nuestro cuerpo primero pierde líquido, luego nuestros músculos y finalmente nuestras reservas de grasa. Este círculo vicioso crea la reducción de la masa muscular (que es lo que debemos conservar) y el aumento en lugar de la masa grasa (lo que debemos perder en su lugar).

Favorece el llamado «efecto yo-yo»…

Actualmente se sabe que quienes se someten a dietas drásticas están sujetos al infame «efecto yo-yo», también conocido como «efecto acordeón» y esto ocurre cuando se pierde peso con rapidez. La consecuencia: recuperación de los kilos perdidos. Este proceso es peligroso tanto para la línea como, sobre todo, para nuestra salud. De hecho, determina deficiencias nutricionales, con repercusiones relativas en nuestro metabolismo. Además, nos predispone a recuperar el peso y en particular la masa grasa. El ayuno prolongado provoca ataques de hambre repentinos y descontrolados, con la casi certeza de comer más en la siguiente comida.

Nuestro metabolismo se ralentiza

Saltarse las comidas del día provoca una disminución del metabolismo y el consiguiente consumo de calorías en reposo. Como resultado, el cuerpo quema menos y el peso aumenta a largo plazo. Para hacer que nuestro metabolismo sea rápido, necesitamos comer poco y a menudo. Esto significa mantener las tres comidas del día (es decir, el desayuno, el almuerzo y la cena) de forma regular y añadir los dos refrigerios de media mañana y media tarde respectivamente.

¿Cuáles son los efectos mentales del ayuno?

Irritabilidad y estrés: Saltarse las comidas aumenta los niveles de cortisol, la hormona del estrés producida por las glándulas suprarrenales que causa una mayor liberación de cortisol en ausencia de otros nutrientes.

Aumento del hambre: La falta de azúcar hace que el cerebro tenga antojos de comida, especialmente de alimentos ricos en azúcares y grasas, como los bocadillos y los alimentos de varios tipos, por lo que los alimentos tienen demasiadas calorías y son insatisfactorios.

 

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Angie Bravo