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Salud

¿Es cierto que el agua del grifo produce cálculos renales?

Algunos consumidores creen que la que viene en botella es más segura y saludable. ¿Hay motivos para no tomar la que llega a nuestras casas?

Consumir agua mineral embotellada se ha convertido en una costumbre global. El 90% de las personas que viven en España beben agua mineral embotellada y el 80% beben por lo menos medio litro al día. De hecho, entre 2012 y 2017 incrementaron las ventas de agua en botellas a nivel mundial.

Por otra parte, adquirir el hábito de tomar entre 2 y 3 litros de agua diarios es muy bueno, por ello, es normal que queramos consumir agua de la más alta calidad. En este sentido, el agua que sale del grifo presenta altas cantidades de cal, lo que podría ocasionarnos cálculos renales gracias a la sobrecarga que tendrían los riñones. Todo esto parece lógico, pero ¿Será verdad esto? Veamos algunos datos interesantes:

Al investigar, nos hemos dado cuenta de que la realidad es más compleja de lo que creemos. Incluso muchos expertos de la salud aconsejan el consumo del agua oligomineral, pero lo cierto es que están equivocados. El agua rica en sales de calcio y magnesio (agua con un alto nivel de residuos) o la del grifo no provoca la formación de cálculos, y, por tanto, lo catalogan como una falsa creencia.

Por el contrario, se afirma que el 70 y 80% de los cálculos renales se encuentran formados por oxalato de calcio, una sustancia distinta al carbonato de calcio que se diluye en el agua y que se sitúa en las tuberías formando los depósitos de piedra caliza que todos conocemos, por lo que la cal y los cálculos renales son dos cosas completamente distintas, lo que revela la verdad de esta muy marcada creencia.

Algunos estudios han demostrado que el agua rica en calcio es muy buena para prevenir los cálculos renales, puesto que, como habíamos dicho anteriormente, el principal motivo de la formación de cálculos es el oxalato, y este, al mezclarse con el calcio, generan otro compuesto que se elimina por el intestino, pero es necesario consumir buenas cantidades de calcio, ya que si la ingestión es baja, el oxalato se absorbería más rápido y su excreción en la orina aumentará considerablemente.

Si bien es cierto que la posibilidad de padecer cálculos renales tiene predisposición genética, no hay que descuidarse ni mucho menos confiarse. De hecho, es recomendable beber de 2 a 3 litros de agua al día, y mejor si es agua pura, ya que aparentemente aporta más beneficios a nuestros riñones.

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Veronica Pereira