Si tu objetivo es reducir la cintura, esto debes comer.
Aplanar el vientre y reducir la cintura no es una tarea imposible. Esto es lo que debe comer y lo que debe evitar para alcanzar este objetivo.
¿Tiende a acumular kilos de más en el área del vientre?
Encontrar una solución para reducirla no es solo una cuestión de estética: la cintura agrandada puede depender de los ritmos frenéticos y el estrés, y la grasa localizada alrededor de los órganos vitales repercute en el buen funcionamiento de todo el organismo.
¿Por qué sucede?
Cuando está estresado, el cuerpo aumenta la producción de cortisol.
Esta hormona promueve una mayor producción de insulina, que promueve el hambre y la acumulación de grasa en el área alrededor del vientre.
A menudo, entonces, una cintura «grande» no es simplemente una cuestión de libras adicionales, sino que depende de la hinchazón.
Si tienes el mal hábito de comer rápido, por ejemplo, es fácil encontrarse con el vientre grande e hinchado como un globo, esto sucede no solo porque se siente tarde la sensación de saciedad, sino que se ingiere aire, lo que causa hinchazón y pesadez.
Aquí están los alimentos que debes comer y los que no para combatir la hinchazón y los que ayudan a combatir la grasa abdominal y reducir la cintura.
Qué comer para desinflar el vientre.
En la mesa dile sí al pescado y proteínas magras de carne que son fácilmente digeribles.
También a los vegetales de temporada.
Dar prioridad, en particular, a los ricos en agua y minerales con una acción de drenaje, como el magnesio y el potasio, que ayudan a contrarrestar la retención de agua y la hinchazón.
Buenos rábanos, achicoria, lechuga y muchos otros son excelentes fuentes.
Evita comer los alimentos ricos en sal como los embutidos, quesos curados, bocadillos y otros productos industriales.
El sodio retiene el agua en los tejidos y promueve la retención de agua y la hinchazón.
Qué comer para reducir la cintura.
Para combatir la grasa abdominal, dile sí a los alimentos ricos en fibra, como cereales integrales, verduras y frutas de temporada. Estos retardan la absorción de azúcares y grasas, mantienen bajo control los picos de insulina y promueven la saciedad.
Dale un espacio también a las grasas «buenas», como el precioso Omega 3, de los cuales el pescado azul (sardinas, anchoas, caballa, arenque, etc.) son fuentes excelentes, nueces (nueces, almendras, etc.) que ayudan para contrarrestar los ataques de hambre.
Dile no a los quesos, salsas, salami rico en grasas saturadas que son perjudiciales para la línea y para la salud.
Incluso el consumo de alimentos ricos en azúcares simples como los productos horneados blancos, dulces, gaseosos y azucarados debe ser limitado.
La razón: El cuerpo los asimila rápidamente y se transforma fácilmente en grasa.