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Estilo de vida

Lo bueno y lo malo del consumo de cafeína

La cafeína es la droga legal más popular de todo mundo, millones de adultos la consumen cada día en muchas presentaciones y se ha vuelto necesaria para mucho cada mañana. De hecho, muchas personas cuando no la consumen tienen dolores de cabeza, somnolencia y agotamiento, pero, si abusamos de ella, causa un estado nervioso y aceleración del ritmo cardiaco, aunque solo es algo temporal. Sin embargo, cuando la dosis consumida es la adecuada, nos sentimos alerta y productivos. Creemos que ya no tiene sentido ocultar que somos adictos a la cafeína, pero ¿Esto es grave?

Lo cierto es que no, en la mayoría de los casos. La cafeína es un estimulante del sistema nervioso central que ayuda a aliviar la fatiga y a mejorar el estado de ánimo y la productividad. Según el testimonio de algunos atletas, incluso puede legar a aumentar la resistencia. Los expertos han concluido que es seguro consumir hasta 400 mg de cafeína al día, la cantidad de cafeína que contiene un litro de café de filtro o dos litros de té negro.

Aun así, se advierte que se pueden tener efectos negativos si se superan los 600 mg al día. En esa cantidad, la cafeína comienza a provocar temblores, subidas en la tensión, dolores de estómago, de cabeza, mareos, palpitaciones e insomnio, esto no sucede en todos los casos, ya que la reacción varía de una persona a otra y la velocidad a la que el hígado metaboliza la cafeína y el funcionamiento del sistema nervioso central ante los estímulos.

Está claro que una cantidad razonable de cafeína no afecta al ritmo cardíaco, pero su consumo excesivo eleva el pulso y la presión arterial, efecto que puede ser muy perjudicial para las personas con enfermedades cardíacas. Además, el consumo excesivo puede provocar convulsiones e incluso la muerte, especialmente en las personas que consumen muchas bebidas energéticas.

Algunas investigaciones señalan que la cafeína puede prevenir el desarrollo de la demencia. Un estudio publicado en The Journals of Gerontology descubrió que las mujeres mayores de 65 años que consumían una media de 261 mg de cafeína al día durante 10 años presentaban menos síntomas de demencia que aquellas pacientes cuyo consumo medio diario era de menos de una taza de café. Aún no se confirma si esto está directamente relacionado con la cafeína u otros componentes del café, como pueden ser los antioxidantes.

La cafeína también está presente en algunos suplementos para perder peso debido a su capacidad para suprimir la sensación de apetito. Pero ¿Nos hace perder o ganar peso? Si se toma negro o con una gota de leche, no hay problema en nuestra dieta, pero si se usa mucha leche, nata o azúcar, termina siendo una bebida con muchas calorías.

Para la mayoría de personas, el gran inconveniente de la cafeína es su efecto sobre el sueño. En los casos graves, el insomnio puede ser el causante de la aparición de enfermedades crónicas como obesidad, diabetes tipo 2 y depresión. Cuando la cafeína no nos deja dormir es mejor reducirla o dejarla. Algo que debes tener en cuenta es que, si se abandona completamente de un solo golpe es posible que aparezcan dolores de cabeza, irritabilidad y pérdida de concentración, por lo que es mejor hacerlo poco a poco.

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Veronica Pereira