Salud

¿Por qué el aceite de hígado de bacalao es beneficioso para el organismo?

Muchas personas subestiman los beneficios del consumo de aceite de hígado que es derivado del pescado graso. Definido como aceite fijo, es el resultado de la mezcla de varios lípidos por medio del proceso de destilación. Este resultado es rico en vitaminas, ácidos grasos esenciales para los músculos, los huesos y el funcionamiento de los órganos.

El único “defecto” de este aceite es su marcado olor a pescado, pero vale completamente la pena hacer el sacrificio y consumirlo. Un buen consejo a tener en cuenta es la importancia de mantener el producto alejado de la luz, el aire o las fuentes de calor para que no vaya a alterarse su sabor o consistencia.

¿Cuáles son los beneficios y contraindicaciones del aceite de hígado de bacalao?

Como ya mencionamos, su composición es rica en nutrientes eficaces para el cuerpo y la mente. Además, al ser rico en ácidos grasos como el omega-3, es muy útil para tratar la inflamación de las articulaciones de los distintos ligamentos o para combatir la artritis reumatoide. Con respecto a sus contraindicaciones, no hay estudios que confirmen los efectos secundarios negativos de su consumo, pero sí se recomienda usarlo evitando los excesos y no consumirlo si se es alérgico al pescado o si se está embarazada.

Según los informes de algunos estudios, todo parece indicar que tomar periódicamente aceite derivado del pescado puede ayudar a mejorar la flexibilidad de las articulaciones rígidas y es una buena alternativa a los agresivos antiinflamatorios no esteroideos. También se recomienda para aquellas personas que sufren de problemas cardíacos o que quieren mejorar su salud en general, ya que ayuda a regular la presión arterial, la viscosidad de la sangre y a mantener a raya la presencia de grasas nocivas que puedan atascarse en las venas.

Puedes tomar aceite de bacalao dos veces por semana para que el omega-3 que contiene beneficie al funcionamiento del corazón. También es bueno para mantener saludables las membranas del cerebro, lo que les permite captar mejor la información y los mensajes.

Algunos informes aseguran que comer hígado o aceite de pescado puede hacernos más inteligentes y disminuir la probabilidad de padecer enfermedades psicológicas como la depresión. Además, se trata de un aceite rico en vitamina D3, vitamina esencial para que el cuerpo pueda absorber y mantener correctamente los niveles de calcio, ayudando a que los huesos puedan mantenerse saludables, gruesos y mantenga a raya las probabilidades de una fractura inesperada o la llegada de enfermedades óseas o raquitismo precoz en niños o ancianos.

Por último, según las muestras de algunos estudios, la cantidad de retinol presente en el aceite de hígado ayuda a mantener estables los niveles celulares en los tejidos oculares y puede ayudar a contrarrestar la degeneración macular relacionada con el paso de los años.

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Veronica Pereira