Dormir bien, el secreto para lucir más bella.
¿Eras de las que cuando estabas pequeña pedían que te contaran un cuento una y otra vez antes de ir a “a la camita”? (En mi caso y para estos efectos, mi mamá me leyó Rapunzel muchas, muchas veces…) o por el contrario, ¿más bien te identificas con una chiquilla rebelde para quien la hora del sueño era un castigo que arruinaba la diversión?
Sea cual sea tu historia de infancia, lo cierto es que dormir es una actividad no solo necesaria para nuestra supervivencia, en distintas cantidades, niños y adultos lo necesitamos para vivir , sino que contribuye a que nos veamos y sintamos bellas y sanas por dentro y por fuera.
Y es que admitámoslo: no hay nada más desagradable que asomarnos al espejo en la mañana para encontrarnos con una cara tipo mapache, es decir con esas ojeras que nos recuerden largas horas de insomnio… -además del mal humor y cansancio que este malestar causa-.
Estudiosos del sueño, un fenómeno natural e indispensable para el bienestar de nuestra vida, han venido creado terapias, música y buscando respuestas, tanto en la medicina natural como en la tradicional, con el fin de encontrar una cura para quienes sufren los males que causa el insomnio; aunque no se necesita ser científico para darse cuenta que el ritmo acelerado y las exigencias de la vida moderna cada vez más nos invitan a estar pegados horas y horas a todo tipo de pantallas y aparatos electrónicos, ocasionando que, aún a pesar de que se acerque nuestro momento ideal, perfecto o necesario para decir “no más” y apagar la luz para contar ovejitas, consciente o inconscientemente nos resistamos a ello.
Por lo anterior compartimos contigo hoy algunas recetas de abuela y otras un poco más modernas antes de ir a la cama, con el propósito de que dejes de pelearte con las cobijas o dar vueltas y vueltas como un tornillo, pues ten presente que un prolongado desvelo no solo afectará tu óptima concentración y desempeño al día siguiente, sino que también perjudicará el descanso de tu vecino de almohada, lo que involucra la armonía de tu relación de pareja, dándote a entender que el asunto no es solo contigo, sino que afecta a más personas a tu alrededor.
Estos son algunos hábitos saludables a la hora de meterte en tus cobijas y decir hasta mañana… que duermas.
- Saca los aparatos electrónicos de tu habitación: (Aunque tu cama sea a veces la extensión de tu oficina, los portátiles y teléfonos celulares deben estar retirados o fuera del cuarto. Es en serio… pruébalo y verás que tu calidad de descanso mejora).
- Revisa y controla las fuentes de luz que inciden en tu habitación: natural o artificial, la luz afecta directamente no solo tu capacidad de conciliar el sueño, sino que determina tu biorritmo de vigilia, así que entre más oscuro sea el espacio en el que descansas, más reparadoras serán las horas que inviertes en dormir.
- Una bebida caliente tipo infusión o una taza de leche caliente (tal y como lo recetan las abuelas) genera una temperatura corporal ideal, además de la sensación de bienestar que invita a la calma y el descanso; trata entonces de evitar muy tarde en la noche bebidas como el café negro o el té, ya que estas contienen cafeína y otras sustancias que llevan a tu organismo a estar en actividad y a no bajar el ritmo, que es el efecto que realmente deseas conseguir.
- Aunque cada persona sea diferente, la recomendación para un adulto si es dormir entre seis y ocho horas, tiempo ideal para lograr el descanso y cumplimiento de las funciones que el organismo realiza solo en este momento.
- La salud de tu piel: un adecuado descanso a la hora de dormir le ayuda a tu querida y consentida piel a que luzca sana y radiante, mucho más si tienes el cuidado previo de tener una rutina de belleza con productos como cremas hidratantes, tónicos faciales y/o de limpieza antes de meterte en tus cobijas.
- Por último algunos breves tips: Medita. Date un baño caliente. Escucha música instrumental. Usa ropa cómoda. Lee un libro. Ten pensamientos tranquilos y bonitos… seguro alguna de estas ideas te ayudará en tu intención de descansar apropiadamente (y sin tener que acudir a medicamentos o ayudas artificiales).
¿Ves que no son regaños de mamá sino que si es verdaderamente importante ese precioso tiempo que inviertes al dormir de una forma sana y adecuada a tu edad y estilo de vida?
Mucha suerte y ¡dulces sueños!
