5 ventajas de tener relaciones sexuales con la menstruación

El sexo durante la menstruación todavía despierta ciertas dudas y tabús, aunque cada vez más personas descubren que se trata de una práctica segura, natural y muy saludable. Hoy en día sabemos que compartir intimidad en estos días no solo es posible si ambos lo desean, sino que puede traer importantes beneficios físicos y emocionales. Como en cualquier momento, la higiene y el consentimiento son esenciales. ¿Y si el mayor temor fuera solo desinformación? Descubre por qué cada vez más parejas se animan y disfrutan del encuentro sexual durante el periodo.
Alivio de cólicos y malestar menstrual
Experimentar un orgasmo en los días de sangrado puede ser la clave para decirle adiós a esos molestos dolores menstruales, debido a que los movimientos del orgasmo provocan contracciones uterinas que, al relajarse después, producen una reducción significativa en los cólicos y la tensión propia de esos días. Además, al tener sexo y llegar al clímax, el cuerpo libera endorfinas, conocidas como las hormonas del bienestar. Estas sustancias funcionan como analgésicos naturales y, además de aliviar el dolor, mejoran el estado de ánimo. Diversos estudios y testimonios confirman que muchas personas sienten menos molestias y mayor relajación tras el sexo cuando tienen la regla.
Menstruaciones más cortas y ligeras
El sexo durante la menstruación puede ayudar a que el período sea más breve y menos intenso, porque las contracciones generadas durante el orgasmo facilitan la expulsión del revestimiento del útero, lo que colabora en que el flujo menstrual termine antes. En otras palabras, tener sexo puede “acelerar” el proceso natural de limpieza del útero. Algunas investigaciones recientes han comprobado que, en ciertas personas, la duración y la cantidad de sangrado se ven disminuidas, aportando mayor comodidad y cambiando por completo la experiencia mensual.
Aumento del deseo sexual y mejoras en la intimidad de pareja
Muchas descubren que su deseo sexual se incrementa durante el periodo gracias a que las hormonas fluctúan, provocando un efecto directo en la libido. Aprovechar este aumento del deseo puede ser una experiencia gratificante y fresca para la relación. Además, animarse a vivir la sexualidad en un momento culturalmente asociado a la ‘vulnerabilidad’ puede fortalecer la comunicación, la complicidad y la confianza en la pareja. Hablar abiertamente sobre las sensaciones, los límites y las expectativas permite crear un ambiente más seguro, respetuoso y amoroso.

Lubricación natural y mayor placer
Uno de los grandes desafíos del sexo puede ser la sequedad vaginal, pero la menstruación ofrece una solución inesperada, porque la sangre menstrual funciona como un lubricante natural, haciendo que la penetración sea más cómoda y placentera. Muchas personas notan mayor confort y menos dolor o irritación durante el sexo en estos días. Esto es especialmente positivo para quienes suelen experimentar sequedad fuera del periodo. Por supuesto, la higiene adquiere un papel protagonista: tener una toalla oscura a mano, elegir la ducha como escenario y hacer una limpieza antes y después, garantiza una experiencia positiva, respetuosa y sin sorpresas indeseadas.
Alivio de dolores de cabeza y mejor humor
El dolor de cabeza o la sensación de fatiga suelen aparecer de la mano del ciclo menstrual y, a veces, parecen no tener remedio. El sexo puede ser un buen aliado contra estos síntomas. Durante el orgasmo, el cuerpo produce endorfinas y otras sustancias como la oxitocina, que ayudan a aliviar cefaleas y mejorar el bienestar general. Muchas personas describen cómo una sesión de sexo, incluso en los días más incómodos, contribuye a que desaparezcan las migrañas menstruales y a transformar el estado anímico. Un tip útil: la comunicación abierta sobre posturas cómodas o deseos especiales puede optimizar aún más la experiencia.
Perderle el miedo al tema y vivir la sexualidad sin prejuicios es un paso hacia el autoconocimiento y la plenitud, tanto personal como en pareja. No hay razón para negar el placer, ni el diálogo, ni la libertad de disfrutar con responsabilidad y cariño.
