Esta es la distancia a la que debe estar tu teléfono móvil mientras duermes

La gran mayoría de nosotros dormimos con el teléfono cerca, ya sea en la mesita de noche o incluso bajo la almohada. Pero, ¿alguna vez te has preguntado si esto podría afectar tu salud y tu calidad de sueño? Estudios recientes sugieren que el lugar donde colocas tu móvil mientras duermes importa mucho más de lo que imaginas.
Los teléfonos móviles emiten campos electromagnéticos (CEM), una forma de energía que, aunque de baja intensidad, puede influir en funciones corporales importantes. Estar expuesto a estos campos durante largos periodos, incluso mientras duermes, puede desencadenar respuestas en las células que a largo plazo podrían derivar en problemas como interrupción del sueño, dolores de cabeza o incluso fatiga crónica.
Además, la luz azul que emite tu pantalla puede interferir con la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño. Esto significa que no solo la radiación del teléfono importa, sino también si lo usas justo antes de dormir.
¿Cuál es la distancia segura?
Para minimizar los posibles riesgos, los expertos recomiendan mantener el teléfono a un metro o más de distancia de tu cuerpo. Esto equivale a colocarlo sobre una mesa que no esté pegada a tu cama o, idealmente, en otro extremo de la habitación. Este simple ajuste puede reducir de manera significativa tu exposición a los CEM, dándole a tu cuerpo el descanso que necesita sin interrupciones externas.
Consejos para gestionar tu teléfono al dormir
Existen muchas formas de cambiar tus hábitos con el móvil para mejorar tu sueño y proteger tu salud:
- Activa el modo nocturno: este modo reduce la luz azul de la pantalla, lo cual puede ayudar a mantener estable tu ciclo de sueño.
- Usa el modo “No molestar”: si temes perder llamadas o notificaciones importantes, esta función silencia todo menos los contactos prioritarios.
- Apágalo o ponlo en modo avión: si no necesitas tu teléfono durante la noche, considera apagarlo por completo o colocarlo en un modo que suspenda la conexión a redes.
- Ubícalo lejos de la cama: puedes optar por cargarlo en otro punto de la habitación o incluso fuera de esta. De esa manera evitas la tentación de usarlo a medianoche.
Estas prácticas no solo reducen tu exposición a los campos electromagnéticos, sino que también fomentan una higiene del sueño más saludable.

¿Qué dice la ciencia sobre los CEM?
Si bien la evidencia no es concluyente en cuanto a los efectos a largo plazo, algunos estudios sugieren que los CEM de bajo nivel pueden ser perjudiciales tras una gran exposición acumulada. Sin embargo, los riesgos pueden mitigarse fácilmente con pequeñas acciones como ajustar dónde y cómo usamos nuestro teléfono.
Mantenerlo lejos al dormir no elimina por completo la exposición, pero sí la reduce significativamente, ayudando a prevenir interferencias con el descanso. Por esa razón, la clave está en adoptar hábitos que permitan minimizar cualquier posible riesgo, sobre todo para quienes pasan gran parte del día cerca de dispositivos electrónicos.
La importancia de crear un espacio tranquilo
Tu dormitorio debería ser un refugio para el descanso, libre de distracciones y elementos que puedan alterar tu relajación. Por esa razón, mantener el teléfono a una distancia adecuada no solo protege tu salud, también ayuda a establecer un ambiente más propicio para la desconexión mental.
Limitar el uso de pantallas al menos 30 minutos antes de acostarte, invertir en un reloj despertador en lugar de usar la alarma del móvil, o practicar técnicas de relajación puede marcar la diferencia en cómo duermes cada noche.