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Salud

Las 10 cosas más importantes que debes saber sobre la vacunación contra el VPH

La vacuna del VPH ha cambiado la forma de prevenir varios tipos de cáncer y enfermedades asociadas al virus del papiloma humano. Puede sonar complicado, pero entender cómo funciona esta protección te da la oportunidad de cuidar tu salud de una forma sencilla y eficaz. Aquí encontrarás respuestas claras sobre la vacuna, su seguridad y su impacto.

El virus del papiloma humano es la infección de transmisión sexual más común y cualquiera puede contagiarse, incluso con una sola pareja. Es importante saber que muchos tipos de VPH son inofensivos y desaparecen solos, pero otras cepas pueden causar cáncer de cuello uterino, de ano, pene, garganta, vulva, vagina y verrugas genitales.

La vacuna está diseñada para bloquear la infección antes de que aparezcan problemas graves, sobre todo cuando se administra a temprana edad. Prevenir siempre será mejor que curar.

Quién debe vacunarse y cuándo hacerlo

Lo ideal es recibir la vacuna antes del primer contacto sexual, ya que así se obtiene la mejor protección. La mayoría de los programas públicos la ofrecen a niños y niñas entre los 9 y 14 años, con esquemas de una o dos dosis según la edad y las recomendaciones locales.

Si tienes más de 14 años o ya empezaste tu vida sexual, también puedes vacunarte y obtener beneficios, ya que la vacuna sigue siendo útil porque puede protegerte de tipos del VPH que aún no hayas contraído. Incluso adultos jóvenes hasta 45 años pueden acceder a la vacunación en algunos países y casos.

¿Qué contienen las vacunas del VPH?

Actualmente existen diferentes tipos de vacunas que ofrecen protección contra las cepas del VPH más peligrosas:

  • Bivalente, que protege contra los tipos 16 y 18, responsables de más del 70% de los cánceres de cuello uterino.
  • Cuadrivalente, que añade protección frente a los tipos 6 y 11, implicados en la mayoría de las verrugas genitales.
  • Nonavalente, que cubre nueve tipos de VPH, ampliando aún más la protección.

Estas vacunas no contienen virus vivos ni material genético del virus, sino partículas similares al virus que enseñan al sistema inmune a defenderse. Los componentes son seguros y están regulados cuidadosamente.

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Seguridad, efectos y mitos comunes

La vacuna contra el VPH es muy segura según muestran datos de millones de dosis aplicadas y la vigilancia internacional desde 2006. Los efectos secundarios más habituales son leves: dolor, enrojecimiento o hinchazón en la zona de la inyección, y a veces fiebre baja. Rara vez se reportan mareos o molestias pasajeras.

No se han encontrado pruebas de que la vacuna cause problemas de fertilidad, enfermedades autoinmunes o trastornos graves. Es común encontrar desinformación, pero las autoridades sanitarias y los especialistas coinciden: la vacuna es una herramienta confiable para reducir el cáncer.

¿Cuánto dura la protección?

Los estudios muestran que la protección es duradera, con inmunidad eficiente que supera los once años y, por ahora, no se recomienda una dosis de refuerzo. El organismo produce una cantidad de anticuerpos mucho mayor que la infección natural y, con el tiempo, esta respuesta permanece estable.

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¿Qué no puede hacer la vacuna?

La vacuna no trata infecciones ya presentes ni elimina los virus que estén en el cuerpo al momento de vacunarse. Por eso, el mejor momento para vacunarse es antes de estar expuesto al virus. Tampoco protege contra todos los tipos de VPH, aunque sí cubre los más peligrosos. Por eso el control ginecológico regular sigue siendo esencial. La citología o Papanicolaou puede detectar lesiones precancerosas incluso en mujeres vacunadas.

El VPH y la transmisión

El VPH se transmite fácilmente con contacto piel con piel durante las relaciones sexuales, incluso sin penetración. El uso de preservativo reduce el riesgo, pero no lo elimina completamente, ya que el virus puede estar en zonas no cubiertas y dado que la mayoría de las infecciones son asintomáticas, muchas personas propagan el virus sin saberlo.

Acceso a la vacuna y campañas públicas

En muchos países, la vacunación es gratuita para preadolescentes y adolescentes, tanto en escuelas como centros de salud. Grupos vulnerables, como personas inmunodeprimidas o varones que tienen sexo con otros varones, también pueden acceder a la vacuna en esquemas especiales. Acudir a las jornadas de vacunación y seguir las indicaciones del personal de salud es la mejor forma de protegerse.

Cada vez más gobiernos amplían la cobertura y facilitan el acceso, sobre todo para llegar a poblaciones que antes quedaban fuera. La vacunación masiva busca crear inmunidad colectiva y, a largo plazo, reducir drásticamente los casos de cáncer relacionados al VPH.

Recuerda que vacunarse no solo protege tu salud, sino también la de quienes te rodean. Mantente informado, sigue las recomendaciones profesionales y anima a tus seres queridos a protegerse. El conocimiento y la prevención construyen una vida más segura y saludable.

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