¿Por qué no es recomendable aplicar neuromodeladores en los labios?

Los neuromodeladores se usan para reducir las arrugas relajando ciertos músculos del rostro. Aunque estos tratamientos ofrecen resultados positivos en zonas como la frente o la zona de las “patas de gallo”, aplicar neuromodeladores en los labios es problemático, porque muchos pacientes buscan mejorar su sonrisa o la forma de sus labios, pero esta zona tiene características únicas que hacen que lo hacen que no sea seguro ni adecuado.
La anatomía delicada de los labios y su función esencial
Los labios no solo cumplen una función estética; también son necesarios para hablar, comer y expresar emociones.Pero eso no es todo, esta zona está compuesta por músculos muy finos y activos, vasos sanguíneos densos y terminaciones nerviosas sensibles. Todo este conjunto hace que un cambio pequeño pueda causar grandes alteraciones en la movilidad o la sensación de los labios.
Un simple gesto, como sonreír o pronunciar una palabra, requiere la coordinación precisa de varios músculos. Por eso, cualquier alteración artificial de su movimiento puede desembocar en problemas funcionales o incluso en dificultad para cerrar o fruncir los labios. Por esa razón, esta dinámica hace que los labios sean mucho más sensibles a cualquier intervención, a diferencia de otras partes del rostro donde los movimientos son menos complejos.
Riesgos y efectos secundarios
Los problemas derivados del uso de neuromodeladores en los labios no solo afectan la apariencia, también pueden perjudicar la función normal de la boca, y algunas veces la inyección puede provocar pérdida de sensibilidad, dificultad para realizar movimientos cotidianos y asimetría evidente al sonreír. Otro peligro importante es el riesgo de afectar la articulación de las palabras, lo que impacta en la comunicación diaria.
Mientras en la frente o el entrecejo estos tratamientos suavizan las arrugas sin complicaciones graves, en los labios cualquier error, por pequeño que sea, puede resultar muy notorio. Incluso una mínima cantidad de toxina mal colocada altera la expresión y la movilidad. Esa es la diferencia sustancial entre tratar otras regiones faciales y los labios.

Efectos adversos temporales y permanentes
Entre los efectos adversos, existen reacciones leves como hinchazón, pequeñas molestias o sensación extraña que, si bien suelen ser temporales, pueden generar incomodidad durante días. Sin embargo, las consecuencias más serias pueden llegar a ser permanentes: desde la pérdida parcial de movilidad, que impide cerrar la boca con normalidad, hasta la asimetría crónica en la sonrisa.
Asimismo, algunos pacientes reportan también alteraciones de la sensibilidad, ya sea entumecimiento o pérdida de sensibilidad en la zona tratada. En casos extremos, la combinación de mala técnica, falta de experiencia y la complejidad anatómica puede provocar daño muscular irreparable.
Recomendaciones de expertos y consenso médico
La mayoría de los dermatólogos estéticos y cirujanos plásticos avalados por sociedades médicas, coinciden en que los neuromodeladores no deben usarse en los labios para fines estéticos. La Sociedad Española de Medicina Estética y otras instituciones globales desaconsejan su uso, debido a la alta incidencia de complicaciones y la dificultad de corregir errores una vez administrado el producto.
Los expertos recomiendan confiar solo en profesionales certificados y bien entrenados, quienes te indicarán la mejor alternativa según tus objetivos. En el caso de los labios, la buena práctica médica prioriza la funcionalidad y la naturalidad antes que cualquier moda o tendencia. Por eso, los tratamientos con rellenos de ácido hialurónico siguen siendo la opción más segura y efectiva.
Recuerda priorizar la salud de tu rostro y elige siempre manos expertas y tratamientos respaldados por la ciencia. No pongas tu sonrisa en riesgo por seguir modas o consejos poco profesionales; tu seguridad y bienestar deben estar siempre en primer lugar.