¿Puente de diciembre o Navidad? 7 secretos para viajar ligero solo con tu maleta de mano

El puente de diciembre llega cargado de festivos y es la excusa ideal para una escapada corta de invierno. La clave para disfrutarlo es viajar solo con equipaje de mano, sin colas para facturar ni recargos sorpresa. Estos consejos sirven igual para Navidades y para cualquier viaje corto que tengas en mente.
Conoce los límites del equipaje de mano y evita sorpresas en el aeropuerto
La mayoría de aerolíneas que vuelan desde permiten una maleta de cabina de tamaño cercano a 55 x 40 x 20 centímetros y un peso aproximado de 10 kilos. En algunas compañías una maleta grande suele ser de pago y lo gratuito se limita a un bulto pequeño que cabe bajo el asiento, como una mochila o un bolso.
Las normas cambian cada poco, por eso conviene revisar la web de la aerolínea antes de empezar la maleta. Al hacerlo, ahorras dinero y tiempo, y evitas el momento incómodo en la puerta de embarque cuando te obligan a facturar.
Por qué es mejor viajar ligero en un puente corto
Una maleta ligera te da libertad. Caminas más rápido por el aeropuerto, subes al avión sin pelear con el compartimento superior y te mueves en metro o autobús sin cargar con media casa a cuestas.
En un puente como el de diciembre, la mayoría de viajes son escapadas urbanas o visitas a la familia. No necesitas tanto equipaje para unos pocos días. Además, cuanto menos peso lleves, menor es el riesgo de molestias en la espalda o los hombros, algo que se nota después de varias horas de viaje.
Organiza tu maleta de mano sin dejarlo todo para el último minuto
La diferencia entre una maleta caótica y una maleta práctica no está en el tamaño, está en la planificación. Tómate unos minutos para pensar qué planes tendrás: paseos por ciudad, visita a mercadillos, comidas en casa, alguna cena algo especial.
Con esa imagen en mente, decide qué entra y qué se queda fuera. No se trata de meter todo lo que quepa, sino de elegir solo lo que realmente usarás en esos días fríos de diciembre.
Haz una lista corta y aplica el truco de los tres montones
El truco de los tres montones es sencillo y funciona muy bien para el puente de diciembre. Piensa en lo que llevaste en tu último viaje o pon sobre la cama todo lo que quieres meter en la maleta. Ahora, sepáralo en tres grupos mentales: lo que sabes que usarás sí o sí, lo que usaste poco y lo que casi no tocaste.
A la maleta solo pasa el primer grupo, lo verdaderamente imprescindible. El resto son, en muchos casos, por si acaso que solo ocupan espacio y añaden peso. Cuantos más por si acaso elimines, más cómodo viajarás.
Planifica tus conjuntos de ropa para cinco días como máximo
Para un puente, o incluso para un viaje un poco más largo, basta con preparar ropa para cinco días. Hoy en día hay lavadoras en casi todas las casas, lavanderías de autoservicio en muchas ciudades y servicio de lavandería en muchos hoteles.
El truco está en elegir prendas versátiles, que combinen entre sí y se puedan superponer en capas. Camisetas básicas, un jersey cálido, un buen abrigo y un pantalón oscuro que sirva tanto para pasear como para una cena informal. En diciembre conviene añadir alguna capa térmica fina y una bufanda que no abulte demasiado.
Para los pies, intenta limitarte a un solo calzado cómodo y todoterreno, mejor si resiste algo de lluvia. Así evitas cargar con zapatos extra y ganas espacio para otras cosas más útiles.

Aprovecha la tecnología y deja espacio para compras y recuerdos
La tecnología puede aligerar mucho tu equipaje si la usas con cabeza. El objetivo es llevar menos peso y dejar aire en la maleta para lo que traigas a la vuelta.
Reduce libros y aparatos electrónicos a lo imprescindible
Tu smartphone puede ser guía, mapa, cámara de fotos, reproductor de música y billetera digital al mismo tiempo. Con las apps adecuadas no necesitas guías en papel ni varios cuadernos de notas. Si quieres llevar otro dispositivo, elige solo uno, ya sea un libro electrónico, una tablet o un portátil, siempre que de verdad lo vayas a usar.
Cada aparato extra implica cargadores, cables y, a veces, adaptadores de enchufe. Todo suma peso y ocupa espacio. Para la ropa, ayudan mucho las prendas y toallas técnicas de secado rápido, que se lavan en un momento y están listas al día siguiente.
No llenes la maleta y recuerda que fuera también se puede comprar
Deja siempre algo de hueco en la maleta de cabina. A la vuelta tendrás regalos, recuerdos y ropa sucia que ocupa más que cuando estaba doblada. Ese espacio libre es tu margen de maniobra para el regreso del puente de diciembre.
En la mayoría de destinos podrás comprar lo que te falte, desde un gorro de lana hasta un cargador olvidado. Pensar así reduce la ansiedad por querer meterlo todo. Viajarás más tranquilo y regresarás sin sentir que la maleta va a explotar en cada escalón.
