¿A qué temperatura se deben hornear muffins y cupcakes?

La temperatura de horneado es uno de los factores más importantes a la hora de preparar muffins y cupcakes. Elegir la temperatura correcta garantiza una textura esponjosa, un sabor equilibrado y un aspecto visual apetecible. ¿Te ha pasado alguna vez que tus cupcakes se hunden en el centro o que tus muffins quedan secos y sin vida? La solución puede estar en usar la temperatura adecuada.
Temperatura ideal para hornear muffins y cupcakes
La mayoría de las recetas sugieren hornear muffins y cupcakes a 180°C (350°F), porque permite que los ingredientes levanten de manera uniforme. Además, es lo suficientemente alta como para que el exterior forme una costra ligera, mientras que el interior permanece húmedo.
¿Por qué 180°C? A esta temperatura, los agentes de levadura como el polvo para hornear y el bicarbonato comienzan a actuar, generando burbujas que expanden la masa. Bajarla demasiado puede causar que tus cupcakes no se levanten correctamente, y subirla más podría quemarlos.
Modificaciones en la temperatura
No todos los cupcakes y muffins se hornean de la misma forma. Aquí algunos casos que pueden requerir ajustes:
- Cupcakes con frutas o rellenos: ingredientes como frutas frescas o cremas pueden agregar humedad a la masa. Baja la temperatura a 170°C y hornea por más tiempo para evitar que el centro quede crudo.
- Hornos con ventilador: si usas un horno con ventilador, reduce la temperatura en 10-15°C (aproximadamente a 165-170°C), ya que estos hornos distribuyen el calor de manera más uniforme.
- Mini cupcakes o muffins pequeños: debido a su tamaño, requieren menos tiempo de horneado. Prueba hornearlos a 180°C, pero revisa su estado después de 10-12 minutos.
La temperatura y el resultado final
Una temperatura incorrecta puede arruinar toda tu preparación. Si es demasiado alta, tus muffins o cupcakes suben rápido pero colapsan en el centro, quedando crudos. Por otro lado, una temperatura demasiado baja da como resultado una textura densa y compacta, muy lejos de lo ideal.
Cuando aciertas con la temperatura, obtendrás una textura suave, esponjosa y uniforme. Además, evita la formación de bordes secos o tostados.
Igualmente, la temperatura también influye en el desarrollo de los sabores. Hornear a la temperatura correcta permite que ocurra la caramelización de los azúcares y la reacción de Maillard, procesos responsables del sabor rico y ligeramente tostado que todos amamos.
Recuerda que si sobrecalientas los cupcakes, el azúcar puede quemarse, dejando un sabor amargo. En cambio, temperaturas bajas impiden que los sabores se intensifiquen, dejando un resultado insípido.

Consejos para un horneado perfecto
Algunos detalles pueden marcar la diferencia entre un éxito rotundo y una decepción culinaria. Toma en cuenta estos consejos.
Precalentamiento del Horno
Nunca omitas este paso, porque precalentar el horno ayuda a mantener una temperatura constante durante el horneado. Espera unos 10-15 minutos antes de meter la bandeja, lo que asegurará que el calor esté bien distribuido desde el inicio.
Uso de termómetros de cocina
No todos los hornos son perfectos, incluso si configuras 180°C, la temperatura interna puede variar. Usa un termómetro para horno para asegurarte de que estás horneando a la temperatura adecuada. Esta pequeña inversión puede ahorrarte grandes frustraciones.