TikTok siempre parece tener una nueva moda. Pero pocas han causado tanta alarma como SkinnyTok, una tendencia creciente que ya puso en alerta a autoridades en Bélgica y otros países europeos. El fenómeno no solo suma millones de visualizaciones, sino que pone en jaque la salud mental y física de jóvenes usuarios.
SkinnyTok no es un hashtag aislado, es una red de vídeos, imágenes y retos que gira en torno a la obsesión por la delgadez extrema. Desde consejos sobre cómo ingerir menos calorías al día hasta retos peligrosos para ayunar por horas o mostrar “transformaciones” físicas milagrosas, el contenido se disfraza a menudo de estilo de vida saludable. Pero en la práctica, glorifica y normaliza comportamientos dañinos.
Este tipo de vídeos se viraliza rápido porque tocan inseguridades comunes en la adolescencia: la apariencia física, el miedo a no encajar y la presión de los estándares de belleza irreales. Los algoritmos de TikTok, pensados para enganchar, facilitan que un usuario que ve un video sobre dieta termine sumergido en horas y horas de contenido similar de SkinnyTok, creando una espiral difícil de cortar.
Dietas restrictivas y retos alimentarios peligrosos
Una de las prácticas más visibles son las dietas extremadamente restrictivas. Es así como podemos ver vídeos de usuarios mostrando todo lo que comen en un día (muchas veces apenas unas frutas o productos bajos en calorías), desafíos para pasar días enteros sin comer, o recetas para engañar el hambre circulan sin filtro. A simple vista, parecen consejos inofensivos de “comida saludable”, pero esconden reglas rígidas y conductas de ayuno que pueden llevar al agotamiento, mareos, problemas metabólicos e incluso daños irreversibles.
El atractivo en los retos y “antes/después” es inmediato: el cambio físico rápido, la aprobación del resto y la falsa ilusión de control. Pero lo que no se muestra son las consecuencias graves: caída de cabello, pérdida de masa muscular, fatiga crónica y afectaciones en órganos vitales que pueden presentarse en muy poco tiempo.
Idealización corporal y distorsión de la autoimagen
Los vídeos suelen mostrar solo un tipo de cuerpo: muy delgado, con tonos de piel perfectos y medidas irreales. Esto activa la comparación en quienes miran, especialmente adolescentes que aún forman su identidad.
La distorsión se refuerza con filtros, poses y ediciones que llevan a muchos usuarios a dudar de su propio cuerpo, obsesionarse con detalles mínimos y ver la delgadez como meta inalcanzable, aunque eso signifique enfermarse. Este ciclo sin fin crea una imagen corporal irreal y dañina.
Expertos y organizaciones de salud recalcan el daño que SkinnyTok puede causar a jóvenes y adolescentes. debido que la exposición constante a estos mensajes puede afectar el desarrollo psicológico de quienes ya tienen una personalidad vulnerable o dudas sobre sí mismos.
Los riesgos físicos son solo el primer paso: lo más peligroso es cómo el contenido de SkinnyTok puede sembrar la semilla de enfermedades mentales profundas.
El vínculo con trastornos de la conducta alimentaria (TCA)
SkinnyTok actúa como un potenciador de anorexia, bulimia y otros trastornos de la conducta alimentaria. Muchos testimonios de pacientes y familias muestran cómo el acceso libre a este tipo de videos disparó conductas obsesivas y aceleró el deterioro físico y mental. Asimismo, varios psicólogos alertan que solo una exposición breve puede ser detonante, sobre todo si un adolescente ya está en una etapa de máxima inseguridad.
Las asociaciones médicas en Bélgica y otros países han publicado advertencias: lo que empieza como curiosidad o “reto saludable” puede terminar en meses, incluso años, de lucha contra un trastorno peligroso que requiere intervención profesional.
Comparación social y pérdida de autoestima
La comparación constante con influencers de SkinnyTok genera una sensación de inferioridad inmediata. La plataforma, con su flujo infinito de vídeos, refuerza el mensaje de que “nunca es suficiente” y que cualquier persona fuera de ese molde es menos atractiva o valiosa.
Actualmente, muchos jóvenes reportan ansiedad, depresión y miedo a salir de casa, todo por no cumplir con las metas impuestas en videos de 15 segundos. La autoestima se resquebraja y eso deja huella para toda la vida.
Respuesta de plataformas y autoridades
La magnitud del problema llevó a investigaciones en Bélgica y Francia, y cada vez más voces en la Unión Europea piden medidas de protección. Las autoridades insisten en que la protección de los menores debe estar por encima de cualquier libertad de expresión comercial.
TikTok ha eliminado hashtags relacionados y lanzó banners informativos en varios países de Europa, que advierten sobre los riesgos de los retos alimentarios. Sin embargo, el problema sigue, ya que los usuarios burlan los filtros cambiando letras o usando otros códigos, lo que dificulta que la plataforma controle la propagación de SkinnyTok.
Los algoritmos también juegan en contra; cuanto más interactúa una persona con este tipo de vídeos, más contenido similar aparece, creando un ciclo sin fin que alimenta la obsesión.
Expertos aconsejan buscar ayuda ante cualquier señal de aislamiento, tristeza o conductas alimentarias extrañas. No se trata de prohibir, sino de acompañar y orientar.
