Cómo combatir la sequedad vaginal

La sequedad vaginal es un problema que afecta a muchas mujeres en diferentes momentos de la vida. No solo causa molestias físicas, sino que también puede impactar la intimidad y la confianza. Entender las causas y conocer los remedios efectivos ayuda a recuperar el bienestar y la calidad de vida.
¿Por qué ocurre la sequedad vaginal?
La falta de humedad vaginal suele relacionarse con cambios hormonales y la menopausia es una de las causas más habituales, pero no la única. Los niveles bajos de estrógeno, provocan que el tejido vaginal se vuelva más delgado, menos elástico y pierda su acidez natural. Como resultado, la zona se reseca, pica o arde.
Otras causas comunes incluyen:
- Uso de anticonceptivos hormonales, antidepresivos o ciertos antihistamínicos.
- Enfermedades autoinmunes, como el síndrome de Sjögren.
- Higiene excesiva o uso de productos irritantes, como duchas vaginales o jabones perfumados.
- Estrés, cansancio y cambios emocionales.
La sequedad vaginal puede aparecer poco a poco o de repente. También puede empeorar según la frecuencia de las relaciones sexuales o los estados de ánimo.
Síntomas y molestias
Cuando la sequedad se instala, el cuerpo avisa de distintas formas:
- Picazón, ardor o sensación de tirantez en la zona genital.
- Dolor durante las relaciones sexuales.
- Molestias al orinar o sensación de irritación.
- Sangrado ligero después de las relaciones.
Es fácil confundir estos síntomas con infecciones u otros problemas. La clave está en hablarlo con el médico y perder el miedo a comentar lo que ocurre.

Remedios caseros y hábitos saludables
El primer paso para combatir la sequedad vaginal es revisar los productos de higiene íntima, ya que usar jabones suaves, sin perfume, y evitar duchas vaginales es fundamental. Analizar qué medicamentos se toman también puede ayudar a identificar la causa.
Mantener relaciones sexuales o la estimulación regular mejora el flujo sanguíneo en la vagina, lo que hace que el cuerpo responda generando más humedad y manteniendo la piel flexible.
Comer alimentos ricos en vitaminas A y B, así como fitoestrógenos (presentes en soja, semillas, frutos secos y cereales), ayuda a mantener el tejido vaginal en buen estado.
No te olvides del agua. Mantenerse hidratada ayuda no solo a la piel del rostro, sino también a la zona íntima.
Lubricantes y humectantes vaginales
Cuando la sequedad no mejora con cambios de hábitos, los lubricantes y humectantes vaginales son una solución práctica y segura. Los humectantes vulvovaginales de venta libre se aplican varias veces por semana para dar flexibilidad e hidratación natural.
Los lubricantes a base de agua o silicona se usan durante las relaciones para evitar la fricción y el dolor. Además, son fáciles de conseguir y no alteran la flora vaginal. Es vital evitar los aceites minerales, vaselina o productos irritantes, ya que pueden aumentar el riesgo de infecciones.
Algunos productos incluyen ácido hialurónico, vitamina E u aceites naturales extraídos de semillas. Estos ingredientes refuerzan la elasticidad y mejoran la calidad de la piel vaginal.
Tratamientos médicos con estrógenos
En casos de sequedad persistente o muy molesta, los médicos pueden recetar terapia local con estrógeno en forma de cremas, tabletas o anillos vaginales. El objetivo es recupera el grosor de la mucosa y su lubricación natural.
Los tratamientos con estrógeno solo se recomiendan después de una valoración médica. No siempre son indicados, especialmente en mujeres con antecedentes de cáncer de mama o problemas vasculares. Existen también opciones sin hormonas, como el ospemifeno, aunque su uso depende del caso particular.
Consultar siempre con el ginecólogo es la mejor forma de recibir un tratamiento personalizado y seguro.
Cuidados diarios para evitar la sequedad
La rutina diaria puede sumar o restar salud a la zona íntima. Seguir algunas pautas sencillas ayuda a prevenir la sequedad o a mejorarla si ya está presente.
- Elige ropa interior de algodón y evita prendas muy ajustadas.
- No uses desodorantes, perfumes o polvos en la zona genital.
- Después del baño, seca la zona de forma suave sin frotar.
- Si hay molestias durante las relaciones, conversa con la pareja. El sexo no debe doler nunca.
A veces, hablar de estos temas cuesta, pero compartir lo que pasa abre la puerta a soluciones más efectivas.
Cuándo consultar con el médico
Si la sequedad vaginal persiste a pesar de probar remedios caseros, lubricantes y cambios de hábitos, es momento de buscar ayuda profesional. El ginecólogo puede descartar problemas más serios y recomendar el mejor tratamiento según cada situación.
No dejes que la sequedad vaginal limite tu vida sexual o cause molestias en tu día a día. Hay soluciones efectivas y al alcance de la mano.