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Estilo de vida

¿Cómo escoger un buen colágeno?

Un complemento bien elegido puede ser ese aliado silencioso que te ayuda a sentirte mejor y a lucir con más vitalidad. ¿Lista para darle un impulso extra al cuidado de tu piel y articulaciones?

Con el paso de los años, todos notamos cómo la piel pierde firmeza, aparecen arrugas y las articulaciones ya no responden igual. La razón principal: el cuerpo produce menos colágeno. Por eso, elegir un buen suplemento puede marcar la diferencia cuando hablamos de cuidarnos.

El mercado está repleto de opciones y promesas. Sin embargo, un buen colágeno no se escoge al azar ni porque tenga un empaque bonito. Aquí vas a encontrar cómo identificar el mejor producto para tus necesidades y sacarle todo el partido posible.

¿Por qué importa tanto el colágeno?

El colágeno no es cualquier proteína, ya que da estructura, elasticidad y firmeza. Sin suficiente colágeno, la piel se vuelve más fina y flácida, el cabello se debilita y las uñas se rompen con facilidad. Los huesos y articulaciones también lo sienten, surgen molestias y la recuperación se hace lenta.

A partir de los 25 o 30 años, su producción cae cerca de un 1% anual. A esto se suma la exposición al sol, el cigarro y el alcohol, la mala alimentación y el estrés, que aceleran la pérdida. Por eso, mantener niveles adecuados es esencial si quieres llegar bien a los 40, 50 o más allá.

¿Cuál es el colágeno más recomendado?

El colágeno hidrolizado es la opción favorita entre los especialistas. Esta forma, fragmentada en pedacitos más pequeños llamados péptidos, se absorbe mejor y llega ahí donde se necesita: piel, huesos, tendones y hasta el cabello. La ciencia lo respalda. Ingerir al menos 10 gramos diarios ha mostrado mejorar la elasticidad de la piel, disminuir arrugas y favorecer la movilidad articular.

Un buen colágeno también suele sumar ingredientes como vitamina C, imprescindible para sintetizar nuevas fibras, además de magnesio, ácido hialurónico o antioxidantes. Estos extras potencian el efecto y ayudan a cuidar el cuerpo de manera más completa.

¿En qué fijarse al comprar colágeno?

Mucha gente se deja llevar solo por el precio o las marcas más populares y lo que realmente importa es la procedencia y la calidad. El colágeno puede venir del vacuno, cerdo, pollo o fuentes marinas. El colágeno marino y el bovino hidrolizado destacan por su eficacia y absorción.

Colágeno

Elige productos que indiquen claramente el tipo de colágeno (por ejemplo, tipo I para piel y tipo II para articulaciones), el origen y la concentración de péptidos. Una dosis diaria debería tener al menos 8-10 gramos de colágeno puro. Si prometen maravillas con apenas un gramo, es poco probable que funcionen.

La biodisponibilidad también es clave, porque un colágeno bien hidrolizado facilita la llegada de los péptidos a la sangre y, de ahí, a los tejidos. Existen tecnologías que optimizan todavía más esta absorción, lo que significa mejores resultados.

¿Por qué combinar ingredientes?

Un suplemento de colágeno solo puede ayudar, pero “funciona mejor en equipo”. La vitamina C es su aliada principal, ya que sin ella el cuerpo no puede usar bien el colágeno. Por otro lado, el ácido hialurónico ayuda a mantener la piel hidratada y las articulaciones lubricadas. Además, encontrarás productos con coenzima Q10, vitaminas del grupo B, extractos de plantas antiinflamatorios y antioxidantes. Estas combinaciones no son casualidad, cada una suma para lograr una piel más firme, articulaciones ágiles y huesos fuertes.

¿Qué más considerar antes de comprar?

Busca marcas que apuestan por ingredientes de origen sostenible y procesos transparentes. La confianza aumenta cuando un producto viene respaldado por estudios clínicos y no solo promesas publicitarias.

Valora la facilidad de consumo según la presentación que elijas. Si optas por cápsulas, asegúrate de que no sean demasiado grandes o difíciles de tragar. Si prefieres el polvo, es importante que se disuelva bien y no deje grumos. En ambos casos, un colágeno de calidad debe ser fácil de incorporar a tu rutina diaria, porque la constancia es clave para ver resultados. Y seamos honestos: pocos mantienen un suplemento que no les gusta o les resulta incómodo.

Elige siempre productos que indiquen claramente todos sus ingredientes. Si ves una lista interminable de aditivos o azúcares, mejor busca otra opción.

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recuerda que el colágeno necesita tiempo para actuar. Los expertos coinciden en que se deben consumir suplementos de manera constante durante al menos tres meses para notar mejoras sostenidas en la piel, articulaciones y uñas. No hace falta hacer descansos: puedes incorporarlo a tu rutina diaria, como cualquier otro hábito de cuidado personal.

 

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