La llegada de la DANA pone en alerta a catorce comunidades: ¿qué nos espera?

Este domingo, una DANA vuelve a captar el foco de todos en España. La AEMET ha activado avisos en catorce comunidades por riesgo de tormentas, lluvias intensas, viento, oleaje y también altas temperaturas. Estos episodios climáticos extremos son cada vez más frecuentes y nos recuerdan lo urgente que es estar informados y preparados. Con el verano mostrando su cara más dura y la ciencia advirtiendo sobre episodios meteorológicos extremos, los sistemas de alerta y la responsabilidad colectiva se sitúan en primer plano.
¿Qué es una DANA y por qué genera alerta en España?
Una DANA [Depresión Aislada en Niveles Altos] es como un huésped inesperado y caprichoso en el clima español. Cuando una bolsa de aire frío se cuela en niveles altos de la atmósfera, puede chocar con el aire cálido y húmedo del Mediterráneo y otras zonas, formando lluvias torrenciales en muy poco tiempo. Este fenómeno ha causado desastres en el pasado: pueblos inundados, carreteras cortadas y cosechas arruinadas.
La relación entre DANA y cambio climático cada vez se hace más clara. Los científicos advierten que el aumento en la temperatura media del planeta hace que el aire contenga más vapor de agua y eleva la energía de estos episodios. En los últimos años, DANA se ha convertido en sinónimo de lluvias imprevistas, olas de calor implacables y tormentas de una violencia que sorprende incluso a los veteranos del tiempo.
Las comunidades en aviso
La alerta meteorológica de este fin de semana afecta a casi todo el país. Catorce comunidades autónomas han recibido avisos, con diferentes niveles de riesgo. Las previsiones señalan tormentas con gran aparato eléctrico, lluvias intensas que pueden acumular en pocas horas cantidades propias de todo un mes, vientos fuertes y, en costas, olas de varios metros.
Entre las más vulnerables destacan la Comunidad Valenciana, Cataluña, Baleares y Canarias, donde el mar y el litoral juegan un papel clave en la peligrosidad. En el interior, Castilla-La Mancha, Madrid y Aragón también esperan lluvias y viento, y en el sur Andalucía no se libra ni de las tormentas ni de temperaturas por encima de los 40 grados.
Tormentas intensas, granizadas y vientos
Las tormentas eléctricas ya no asustan sólo a quienes viven en el campo. En ciudades grandes como Valencia, Barcelona o Madrid se producen inundaciones urbanas por granizo y lluvias intensas que colapsan el alcantarillado. El granizo, con impactos que destruyen tejados, coches y cultivos, puede aparecer sin aviso.
Los vendavales, a veces con rachas de más de 80 kilómetros por hora, derriban árboles, desprenden tejados y dejan sin luz a barrios enteros. Estos episodios, lejos de ser anecdóticos, se repiten cada temporada y ponen a prueba la infraestructura de barrios y pueblos.

Avisos de altas temperaturas
La otra cara de la DANA este fin de semana es la subida de las temperaturas. Se esperan olas de calor en varias provincias, con máximas superiores a 40 grados, sobre todo en el sur. El riesgo para la salud es serio, especialmente para mayores, niños y personas con enfermedades crónicas.
Un golpe de calor puede aparecer en minutos y las autoridades insisten en que la prevención salva vidas. Protegerse del sol, hidratarse a menudo, evitar actividad física en las horas centrales del día y buscar espacios frescos son medidas esenciales.
Oleaje, lluvias e inundaciones: el reto en el litoral y zonas urbanas
Las regiones costeras, especialmente Canarias, Baleares y la Comunidad Valenciana, se enfrentan al peligro de oleaje severo y lluvias fuertes que, combinadas con la falta de suelos permeables, desencadenan inundaciones incluso en el centro de las ciudades. Calles convertidas en ríos, garajes anegados y el transporte paralizado son imágenes que se repiten más de lo que nos gustaría. El reto está en adaptar las infraestructuras y fomentar una buena gestión del agua en áreas cada vez más impermeabilizadas.
Ante estos episodios, la AEMET lidera la vigilancia y la emisión de avisos, usando tecnología y datos en tiempo real. El trabajo no se limita a predecir: implica coordinarse con Protección Civil, ayuntamientos y servicios de emergencias, preparando planes de actuación y refuerzos en puntos críticos.
Saber interpretar un aviso meteorológico, evitar desplazamientos innecesarios, asegurar objetos en terrazas o tejados y respetar el trabajo de los servicios de emergencia marcan la diferencia entre un susto y una tragedia.
La llegada de una DANA en pleno verano pone a prueba nuestra capacidad para anticipar y responder a los cambios del clima. Informarse, prepararse y actuar con responsabilidad ya no es sólo una recomendación, es el camino para protegernos de fenómenos que seguirán repitiéndose. El compromiso colectivo y la confianza en la ciencia serán claves para construir comunidades seguras ante un clima cada vez más extremo. Mantenerse alerta y adaptarse será nuestra mejor defensa.