Descubren un nuevo beneficio para la salud de la bebida más consumida del mundo

La investigación más reciente, publicada en la prestigiosa revista ACS Food Science & Technology, ha revelado que las hojas de té tienen un sorprendente efecto adsorbente. Esto significa que, al preparar una taza de té, las hojas pueden capturar y retirar metales pesados como el plomo, cobre, cromo y cadmio del agua.
El proceso no requiere pasos adicionales. Simplemente al hervir agua y dejar infusionar las hojas de té, se produce una significativa reducción de estos contaminantes, llegando a eliminar hasta un 15% del plomo en condiciones normales de preparación.
¿Por qué las hojas de té son tan efectivas?
La ciencia detrás de este efecto radica en la estructura y composición de las hojas de té, las cuales tienen una amplia superficie activa, una característica ideal para retener sustancias químicas y metales. Además, cuando se muelen o se preparan en variedades específicas, como el té negro, esta capacidad puede aumentar aún más.
La transformación por la que pasan las hojas durante el procesamiento —por ejemplo, la fermentación del té negro o el secado mínimo del té blanco— parece jugar un rol importante en su capacidad para atrapar contaminantes. Incluso, los investigadores sugieren que la duración de la infusión también influye: cuanto más tiempo se deja reposar el té, mayor es su capacidad de filtración.
¿Qué tipo de té funciona mejor?
El estudio analizó una variedad de tés populares, incluyendo el verde, negro, blanco, oolong, así como infusiones de hierbas como el manzanilla y el rooibos. Aunque todas las variedades demostraron capacidad adsorbente, el té negro tuvo resultados ligeramente superiores.
Esto tiene sentido, ya que el proceso de fermentación del té negro parece intensificar las propiedades químicas que hacen que actúe eficientemente como filtro.
El uso del té en bolsas también puede marcar la diferencia, debido a que los investigadores encontraron que las bolsas hechas de celulosa, un material derivado de la madera, son más eficaces que las de nylon o plástico. Además, mientras estas últimas presentan preocupaciones adicionales, como la liberación de microplásticos, las fibras naturales de celulosa no representan ningún riesgo significativo para la salud.

Otros beneficios del té que no deberías ignorar
El té ha sido reconocido como una de las bebidas más saludables del mundo, y no es para menos. Además de su recién descubierto poder como filtro de agua, el té ofrece una amplia gama de beneficios ya conocidos:
- Mejora la salud cardiovascular: estudios han demostrado que consumir té regularmente puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, gracias a su contenido de flavonoides antioxidantes.
- Protege contra enfermedades neurodegenerativas: componentes como la L-teanina y los polifenoles en el té verde y negro pueden ayudar a proteger nuestro cerebro a lo largo del tiempo.
- Efectos contra el cáncer: si bien la investigación en torno a este tema aún está en desarrollo, ciertos tipos de té, como el verde, contienen altas cantidades de catequinas, compuestos que podrían proteger nuestras células del daño.
- Energía sostenible: gracias a su cafeína en niveles moderados (menores que en el café), el té brinda un impulso energético sin los efectos adversos de una sobrecarga de estimulantes.
La belleza de este descubrimiento no radica solo en la ciencia detrás de él, sino también en su aplicabilidad cotidiana. El té, como bebida ya habitual para millones de personas, podría contribuir al bienestar general sin necesidad de cambios significativos en los hábitos. Algo tan simple como disfrutar una taza adicional al día no solo beneficia la salud personal, sino que podría, a largo plazo, reducir los impactos negativos de los contaminantes en el agua potable.
Así que la próxima vez que prepares una taza de té, recuerda: no solo estás disfrutando de una rica infusión, sino también ayudando a purificar tu agua de compuestos dañinos. Definitivamente, el té es mucho más que una bebida. Es un aliado natural para vivir mejor.