Diez consejos para no caer en un fraude bancario durante las vacaciones
Que tu descanso no se convierta en el festín de los delincuentes. Prevenir hoy, evita dolores de cabeza mañana.

Durante las vacaciones, los incidentes de estafas siempre suben, aprovechando cambios de rutinas y el uso frecuente de servicios bancarios lejos de casa. Descuidar la seguridad puede costar caro, por eso es clave cuidar cada detalle, desde el dispositivo hasta la cuenta bancaria.
Fraudes bancarios más comunes durante las vacaciones
Parece cosa de película pero el phishing sigue siendo el rey. Aquí los estafadores mandan correos, mensajes o crean webs falsas que imitan a tu banco, buscando que entregues datos personales y claves. Aumenta también la suplantación de identidad a través de llamadas y SMS, donde un delincuente finge ser representante bancario y solicita códigos o contraseñas. No menos importante, la manipulación de dispositivos móviles se cuela cuando instalas apps sin revisar o conectas tu equipo a redes Wi-Fi poco seguras. En zonas turísticas es fácil bajar la guardia y caer en alguna de estas trampas.
Y quienes buscan robar información bancaria lo hacen como pescadores con red. Recopilan datos en redes sociales, hackean correos antiguos y lanzan mensajes personalizados. Si logran un dato clave, usan técnicas para convencerte, suplantan números de WhatsApp o llamada, y se hacen pasar por empleados del banco. La ingeniería social es su mejor aliada, con preguntas estratégicas que parecen inocentes, pero tienen un objetivo claro: obtener acceso a tu dinero.
Tácticas específicas en temporada de vacaciones
En vacaciones, la mente está en modo descanso, no en modo alerta y los estafadores lo saben. Utilizan la interceptación de mensajes y llamadas, sobre todo cuando viajas y dependes más del móvil. Por otro lado, buscan espacios con mucho movimiento, como hoteles o playas, donde la atención se dispersa. También envían promociones falsas de viajes, hospedajes o actividades para que hagas clic en links peligrosos y caigas en una página trampa.
Diez consejos clave para no caer en fraude bancario en vacaciones
Nunca está de más recordar lo básico: usa solo redes seguras. Las conexiones públicas, por más cómodas que sean, pueden dejarte expuesto. Evita compartir datos personales o bancarios fuera de la app o portal oficial de tu banco. Habilita la autenticación de dos factores para que acceder a tu cuenta no sea tan sencillo. Haz un vistazo diario a tu actividad bancaria, aunque sea rápido. Si ves algo raro, actúa de inmediato. No hagas clic en enlaces dudosos que lleguen por mensaje, correo o redes sociales. Descarga siempre la app de tu banco desde la tienda oficial, nunca de sitios desconocidos. Bloquea la pantalla de tus dispositivos y no los pierdas de vista. Al irte de viaje, avisa a tu banco para que te alerten de movimientos raros. Si descubres cambios en tu línea o mensajes, contacta a la compañía de inmediato. Recuerda, las buenas prácticas no toman vacaciones.

Además, usa combinaciones largas y que mezclen letras, números y símbolos. No repitas contraseñas de otros servicios, y cámbialas con frecuencia. Instala un antivirus y mantenlo actualizado, así evitas que te espíen con programas maliciosos. Configura el bloqueo por huella o reconocimiento facial donde puedas. Y nunca descargues apps desconocidas, aunque te prometan soluciones mágicas para el viaje.
Precaución al utilizar cajeros automáticos y pagos electrónicos
En zonas turísticas, los cajeros son un blanco fácil. Prefiere los ubicados en bancos o centros con mucho tránsito y luz. Antes de insertar la tarjeta, revisa que el cajero no tenga partes sueltas o aparatos extraños. Tapa siempre el teclado al digitar tu PIN y guarda el recibo, así te aseguras de tener pruebas de cualquier movimiento. Para pagos electrónicos, verifica que la terminal esté fija y pide que te la acerquen. Si puedes, paga sin contacto físico usando tu móvil o reloj.
Verificación de canales oficiales y denuncias
Nunca confíes en llamadas inesperadas que te pidan datos bancarios. Si tienes dudas, cuelga y marca el número oficial de tu banco. No respondas mensajes ni enlaces de dudosa procedencia. Ten a mano los canales oficiales de atención y, ante cualquier sospecha, informa al banco y a las autoridades. La detección temprana ayuda a frenar los daños. Apunta los números importantes y ten preparados los datos necesarios para actuar con rapidez.
Si el fraude ya ocurrió, tiempo es dinero. Llama de inmediato al banco y bloquea la cuenta o la tarjeta comprometida. Cambia todas tus contraseñas y revisa cada movimiento en tus cuentas. Presenta una denuncia ante las autoridades correspondientes. Informa a la compañía telefónica si tus datos móviles se vieron afectados. Monitorea tu banca en línea durante las siguientes semanas. La reacción rápida puede parar pérdidas mayores y protegerte de futuros ataques.
