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Cocina, recetas y alimentos

El error que cometemos muchos al guardar la carne recién comprada

Guardar correctamente la carne fresca es esencial no solo para mantener su sabor y textura, sino también para evitar riesgos de salud. Sin embargo, según expertos en el tema, hay un error frecuente que muchas personas cometen sin darse cuenta y que podría estar comprometiendo la calidad de sus alimentos.

¿Cuál es el error más común?

Muchos consumidores tienen la costumbre de transferir la carne recién comprada a recipientes herméticos o bolsas de plástico pensando que así se preservará mejor. Aunque esta práctica parece práctica y segura, los expertos señalan que podría generar más daños que beneficios.

¿Por qué? Porque este tipo de recipientes restringe una capacidad crucial para la carne fresca: “respirar”. Encerrar la carne en un ambiente completamente sellado puede atrapar la humedad, lo cual favorece el crecimiento de bacterias y acelera su descomposición. Como resultado, la carne pierde frescura más rápido, desarrolla olores desagradables e incluso puede ser peligrosa para el consumo.

¿Qué recomienda un carnicero profesional?

Según expertos como carniceros profesionales y figuras en redes sociales como “Alex The Butcher”, lo ideal es mantener la carne en su empaque original, el tipo de envoltura entregado en las carnicerías, que está diseñada específicamente para conservar el producto en óptimas condiciones. Además:

  • El papel permite una ligera ventilación, evitando la acumulación excesiva de humedad.
  • Se crea una barrera natural que protege la carne del exterior y de olores que puedan contaminarla.

Mientras que los recipientes herméticos son prácticos para algunos alimentos, no son la mejor solución cuando se trata de carnes frescas.

Foto freepik

La importancia de la temperatura adecuada

Otro punto clave es la ubicación dentro del refrigerador, ya que los carniceros aconsejan colocar la carne en la parte más fría, que generalmente es la balda inferior de tu nevera. Esto no solo asegura que permanezca fresca por más tiempo, sino que también minimiza el riesgo de contaminación cruzada con otros alimentos.

Revisar la temperatura del frigorífico también es importante. Lo ideal es que se mantenga entre 0°C y 4°C para almacenar carne fresca. Además, si no planeas consumirla en los días siguientes, considera congelarla para conservar sus propiedades por más tiempo.

Riesgos de almacenar la carne incorrectamente

Guardar la carne de manera inapropiada puede llevar a problemas como:

  • Contaminación bacteriana: almacenar carne en recipientes inadecuados crea un ambiente que propicia el crecimiento de bacteria como la Salmonella y la E. coli.
  • Lee también:
  • Intoxicaciones alimentarias: consumir carne en mal estado puede causar vómitos, diarrea y otros problemas de salud severos.
  • Desperdicio de alimentos: si la carne en casa no se conserva bien, es probable que termine en la basura antes de poder ser consumida.

Estos errores no solo afectan a tu bolsillo, sino que también representan un impacto negativo en el medio ambiente.

Señales de que la carne no está en buen estado

Es importante estar atento a ciertos indicadores de deterioro, como:

  • Cambio de color: si la carne desarrolla tonos marrones oscuros o grises, podría estar descomponiéndose.
  • Olor fuerte: un olor extraño o amargo es una de las señales más claras.
  • Textura viscosa: si al tocarla sientes una capa resbaladiza, es mejor no consumirla.

Ante la duda, la mejor opción siempre será desechar el producto para evitar cualquier riesgo.

¿Cómo puedes mejorar tus hábitos?

Guardar la carne correctamente requiere solo algunos cambios sencillos:

  1. No la saques de su empaque original: este diseño tiene un propósito: prolongar la frescura.
  2. Utiliza papel encerado o pergamino si necesitas dividirla: si quieres separar la carne en porciones, usa envolturas que permitan cierto flujo de aire.
  3. Cambia la carne al congelador si no vas a consumirla pronto: usa bolsas de congelación adecuadas para evitar quemaduras por hielo.

Estos pasos ayudan a preservar el sabor, la textura y las propiedades de tu carne, disminuyendo el desperdicio de alimentos.

La próxima vez que compres carne, recuerda estos consejos y dale a tus alimentos el cuidado que merecen. Después de todo, saber cómo manejar la carne no solo beneficia a tu salud, sino que también asegura que aproveches al máximo cada compra. ¿Estás listo para poner en práctica estos tips?

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Veronica Pereira

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