¿Alguna información? ¿Necesitas contactar al equipo editorial? Envía tus correos electrónicos a [email protected] o ve a nuestro formulario.
Insólito

El macabro caso de la joven que envenenó a su amiga porque le daba celos que fuera feliz

Jessica Wongso y Wayan Mirna Salihin, dos jóvenes unidas por años compartiendo secretos y momentos, se encontraron de nuevo tras mucho tiempo. Lo que parecía un simple café entre amigas terminó con una muerte inesperada y muchas preguntas en el aire. El caso no solo sacudió a una nación entera, sino que se convirtió en noticia mundial por su intensidad y porque terminó en una docuserie que atrapó a miles en Netflix.

En el corazón de Yakarta, el Café Olivier servía como el escenario perfecto para aquel reencuentro. Jessica llegó primero, pidiendo el clásico café vietnamita para Mirna, quien llegaría un poco después. El ambiente era animado, de esos lugares donde las conversaciones se pierden entre el bullicio y la música suave.

Nada parecía fuera de lugar hasta que Mirna, tras apenas probar su café, comenzó a sentirse mal. En segundos, la situación se tornó crítica y Mirna colapsó sobre la mesa delante de sus amigas. La confusión reinó mientras el personal del café buscaba ayuda y los clientes intentaban entender el caos. Los médicos declararon la muerte de Mirna poco después, pero había algo raro en el aire: el aroma extraño proveniente del vaso y la expresión de dolor en el rostro de la víctima empezaron a dejar claro que lo ocurrido tenía poco de casual.

Las sospechas no tardaron en surgir y los amigos y familiares de la joven fallecida señalaron la bebida como el origen de la tragedia. Esto marcó el inicio de una investigación que sacudiría los cimientos de la confianza.

El perfil de las protagonistas

Jessica Wongso y Wayan Mirna Salihin no solo compartían origen, sino también una larga amistad tejida en Australia, donde ambas estudiaron. Por un lado, Mirna era vista como alegre y generosa, siempre dispuesta a apoyar a quienes quería. En cambio Jessica, era reservada y llevaba consigo una historia de desencuentros personales.

Después de años viviendo en el extranjero, Jessica regresó a Indonesia y ese viaje fue presentado ante todos como una oportunidad de reconectar, pero terminaría por cambiarlo todo para siempre.

Mirna Salihin tenía 27 años y estaba recién casada. (Foto: Netflix)

Investigación policial y giro en el caso

La muerte de Mirna pronto atrajo la atención de la policía, debido a que al principio, no había ningún rastro de violencia física. Sin embargo, la autopsia cambió el rumbo del caso al revelar una concentración letal de cianuro en el estómago de la joven.

Las cámaras de seguridad del Café Olivier se convirtieron en pieza clave. En esas imágenes, Jessica aparece manipulando las bebidas antes de la llegada de Mirna. La policía analizó cada movimiento, buscando el momento exacto en que el veneno pudo haber sido colocado. Las pruebas no dejaban espacio para dudas: solo Jessica tuvo acceso al vaso minutos antes.

La pregunta sobre por qué alguien podría atreverse a tanto se centró en los sentimientos entre Jessica y Mirna, quienes habían tenido desencuentros en el pasado, especialmente después de que Mirna aconsejara a Jessica respecto a una pareja tóxica. Aquella conversación, lejos de calmar los ánimos, sembró dudas en la mente de Jessica.

Los expertos hablaron de celos, resentimiento y heridas nunca cerradas. La psicología del caso se volvió casi tan llamativa como la evidencia física. ¿Hasta qué punto el dolor y la envidia pueden hacer que una persona cruce la línea?

El juicio más mediático de Indonesia

El juicio de Jessica Wongso se transformó en un fenómeno nacional, donde los medios siguieron cada detalle como si se tratara de una telenovela. Las imágenes del café, los testimonios y las reconstrucciones del momento llenaron horas de televisión.

La defensa intentó sembrar dudas sobre la validez de las pruebas y el proceso de autopsia, pero la fiscalía mostró un caso sólido, apoyado tanto en vídeos como en testimonios. La sociedad indonesa se dividió: algunos defendían la inocencia de Jessica, mientras otros la señalaban como culpable desde el primer día.

El desenlace llegó tras meses de tensión. El tribunal declaró a Jessica Wongso culpable de asesinato premeditado y fue condenada a veinte años de prisión, aunque siempre sostuvo su inocencia. En el penal, Jessica se convirtió en figura mediática, y su caso siguió generando debates en la opinión pública y redes sociales.

El dolor de la familia de Mirna todavía pesa cada aniversario, mientras que la figura de Jessica oscila entre el odio y la compasión, alimentando la polémica en Indonesia y más allá.

Lee también:
5/5 - (1 voto) ¿Le resultó útil este artículo?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *