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Salud

El sorprendente motivo por el que el alzhéimer borra los recuerdos de nuestros seres queridos

Imaginar que tu propia madre te mira y no sabe quién eres rompe por dentro. Pues esto, es lo que viven muchas familias cuando aparece el Alzheimer. Ahora, un nuevo estudio ofrece una explicación clara de por qué se pierden antes esos recuerdos tan íntimos.

Investigadores de la Universidad de Virginia han descubierto que el problema está en unas estructuras del cerebro llamadas redes perineuronales. Estas redes parecen guardar la memoria de las personas queridas y su daño abre una pista sobre futuros tratamientos que protejan esa parte tan especial del recuerdo.

El Alzheimer es una enfermedad que daña poco a poco el cerebro, porque las neuronas se deterioran, se comunican peor y se pierden conexiones que antes estaban muy claras. Por eso la memoria se va apagando, como una luz que baja de intensidad.

Suele empezar por los recuerdos recientes, por lo que pasó ayer o la semana pasada. Más adelante, la persona puede dejar de reconocer a quienes tiene más cerca, incluso a hijos, pareja o hermanos, aunque todavía recuerde hechos antiguos de su juventud.

Para la familia es muy duro, porque no es solo que el paciente se olvide de una fecha, es que puede mirarte como si fueras un extraño. Entender que esto tiene una base biológica ayuda a quitar culpa y a poner un poco de orden en tanto dolor.

Memoria social, la parte del recuerdo que guarda caras, voces y vínculos

Los científicos llaman memoria social a la capacidad de reconocer y relacionarse con personas conocidas. Es lo que permite que al ver una cara tu cerebro diga de inmediato quién es y qué lugar ocupa en tu vida.

No es lo mismo recordar un número de teléfono que la cara de un hijo. El teléfono es un dato, la cara va ligada a emociones, historias compartidas y cariño. El Alzheimer afecta de forma especial a esta memoria social, por eso se pierde antes el reconocimiento de los seres queridos.

El nuevo descubrimiento

El estudio reciente señala a las redes perineuronales como piezas clave de esta memoria social, las cuales son como una capa protectora que envuelve a ciertas neuronas y las ayuda a guardar recuerdos relacionados con personas importantes de nuestro entorno.

Cuando estas redes se dañan, el cerebro pierde parte de la capacidad para reconocer a la familia y a los amigos cercanos. Lo llamativo es que otros tipos de memoria, como recordar objetos o lugares, pueden seguir funcionando mejor durante un tiempo.

Qué son las redes perineuronales y cómo se dañan en el Alzheimer

Las redes perineuronales son estructuras que rodean algunas neuronas y las ayudan a comunicarse de forma estable. Podríamos imaginar una especie de “andamiaje” que sostiene las conexiones que forman los recuerdos sociales.

En experimentos con ratones, cuando estas redes fallan, los animales dejan de reconocer a otros ratones que ya conocían, pero siguen recordando sin problema objetos del entorno. Es un patrón muy parecido al de las personas con Alzheimer, que olvidan antes a sus seres queridos.

Foto Freepik

Por qué este hallazgo da esperanza a las familias

El equipo científico probó en ratones ciertos fármacos llamados inhibidores de metaloproteinasas, medicamentos que ya se usan en algunos tipos de cáncer y artritis. Estos tratamientos ayudaron a proteger las redes perineuronales y a conservar la memoria social.

Aún falta tiempo para que existan terapias seguras para personas, y harán falta muchos estudios más. Aun así, este hallazgo marca un camino nuevo: si se logra cuidar estas redes, quizá un día se pueda frenar el olvido de la familia o al menos retrasarlo.

Cómo acompañar a una persona con Alzheimer cuando empieza a olvidar a los suyos

Cuando la persona deja de reconocer a la familia, el golpe emocional es enorme. Es importante recordar que no ha dejado de querer, es su cerebro el que ya no consigue poner nombre ni contexto a esa cara conocida.

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Ayuda mucho hablar con calma, usar frases sencillas y mantener rutinas claras. Las fotos, los álbumes y los objetos con carga afectiva pueden servir como puentes. El contacto físico respetuoso, como dar la mano o un abrazo suave, también comunica seguridad incluso cuando las palabras fallan.

Además, es importante saber que la relación no termina cuando se borra el nombre o la cara. Cambia, pero sigue ahí. Seguir visitando, cantando las canciones de siempre o repitiendo pequeñas costumbres mantiene un hilo emocional que muchas veces la persona percibe, aunque no sepa explicar quién eres.

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