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Insólito

Encuentran con vida a una mujer desaparecida en Inglaterra hace 52 años

Sheila Fox, una joven de 16 años que desapareció en 1972 de Coventry, Inglaterra, se convirtió en el centro de uno de los casos de personas desaparecidas más prolongados del Reino Unido. Sin embargo, en enero de 2025, el misterio terminó cuando las autoridades confirmaron que Sheila estaba viva y viviendo en otra región del país. Su historia es un recordatorio de cómo los casos fríos pueden encontrar nuevas esperanzas, incluso décadas después.

¿Qué pasó en 1972?

En el momento de su desaparición, Sheila vivía con sus padres en un vecindario trabajador de Coventry. Según las investigaciones iniciales, había rumores de que Sheila podría haberse marchado por voluntad propia, posiblemente influenciada por una relación con un hombre mayor. Las pistas eran mínimas, y todo lo que la policía tenía para trabajar era una foto borrosa en blanco y negro.

Durante años, este caso quedó en una especie de limbo, sin suficientes evidencias para avanzar, pero tampoco con la certeza de qué le había sucedido. Los familiares de Sheila, aunque sorprendidos por la renovada atención mediática al caso, nunca compartieron información sobre su paradero con las autoridades.

La solución llegó gracias a una foto

En diciembre de 2024, West Midlands Police decidió volver a compartir aquella vieja fotografía de Sheila en redes sociales, buscando la ayuda del público. Para sorpresa del equipo de investigación, en cuestión de horas llegaron pistas que los llevaron al lugar donde ella vivía actualmente. Y fue ahí donde confirmaron que Sheila, ahora con 68 años, estaba sana y salva.

La policía de West Midlands afirma que el hallazgo de Sheila Fox, desaparecida en Coventry en 1972, cierra una de sus investigaciones más antiguas (West Midlands Police)

La vida de Sheila después de su desaparición

Después de dejar Coventry, la vida de Sheila tomó un rumbo completamente desconocido hasta ahora. Poco más de un año después de su desaparición, dio a luz a un hijo llamado Robert. A lo largo de los años, se asentó en diversas localidades, incluyendo Londres y Hertfordshire. En 1983, contrajo matrimonio con Jack Thorpe, llevando una vida aparentemente tranquila, lejos del escrutinio público.

Aunque Sheila se mantuvo alejada de sus familiares durante décadas, reconectó con ellos en los años 80, después de que muchos emigraron a Canadá. Su madre falleció allí en 1996 y su padre en el año 2019. A pesar de la distancia emocional y física, algunos miembros de la familia sabían de su paradero, lo que añadió una capa interesante al caso: la policía esencialmente “redescubrió” a una mujer que ya había sido localizada por sus seres queridos.

La resolución de este caso no sólo trajo alivio, sino que también planteó preguntas importantes. ¿Por qué decidió Sheila desaparecer sin aviso? ¿Qué llevó a su desconexión inicial con su familia? Aunque muchos detalles de aquella decisión inicial siguen siendo un misterio, lo que está claro es cómo las herramientas modernas, como las redes sociales y la revisión de pruebas antiguas, pueden revitalizar investigaciones.

Además, casos como el de Sheila reafirman que nunca es tarde para encontrar respuestas. Colaboraciones comunitarias, avances tecnológicos y renovados esfuerzos policiales pueden marcar la diferencia, incluso en casos de personas desaparecidas de larga data.

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