¿Beber una cerveza anula el efecto del antibiótico?

Esta es una pregunta que muchas personas han querido responder durante mucho tiempo, por lo que este es un artículo que requiere ser leído con mucho cuidado para no cometer errores, ya que este es un tema de salud esencial para todos, especialmente para solucionar todas esas creencias erróneas sobre la inalterabilidad de los ingredientes activos presentes en los antibióticos cuando se toman junto con las bebidas alcohólicas.
¿Se puede consumir alcohol si se están tomando antibióticos?
La comunidad científica se encuentra muy dividida sobre las posibles interacciones entre el alcohol y los antibióticos. Por un lado, algunos desaconsejan totalmente consumir alcohol si se están tomando medicamentos, pero también están aquellas personas que oscilan entre los restriccionistas y los expansionistas, los cuales aseguran que hace falta tener en cuenta el tipo de medicamento y otros factores personales para determinar si hay efectos o no. A la categoría de restriccionistas pertenecen los especialistas que niegan la posibilidad de asociar los efectos de antibióticos con las bebidas alcohólicas, sin tener en cuenta la droga utilizada.
En el segundo caso, los expansionistas tienen en cuenta las propiedades del antibiótico y los ingredientes activos que contiene para determinar la posibilidad de poder consumir alcohol aun cuando se esté consumiendo la medicina. Según ellos, para el caso de algunos antibióticos, beber una o dos cervezas no implica ningún tipo de consecuencia negativa.
Es necesario aclarar que ambas posturas son parcialmente incorrectas y que beber un vaso de cerveza después de tomar un antibiótico es algo que puede generar reacciones graves. Para comprender los motivos y que tan peligroso puede ser, es necesario examinar lo que sucede durante el metabolismo de los antibióticos y del alcohol.
El órgano más afectado por esta mezcla es el hígado que, para tratar el medicamento, se encarga de su transformación haciéndola biodisponible para todo el cuerpo.También con respecto a las bebidas alcohólicas, la oxidación se produce principalmente en el hígado por una glándula que transforma el compuesto tóxico del acetaldehído en ácido acético. Este elemento es retirado por nuestro cuerpo con mucha facilidad cuando no hay ninguna alteración.
Consumir antibióticos y cerveza al mismo tiempo o incluso después de unas horas, crea un riesgo que podría desencadenar en una sobrecarga hepática. Cuando esto sucede, se presenta la hepatotoxicidad, que puede detectarse con síntomas graves dependiendo del tipo de medicina y la cantidad de alcohol ingerido.
En estos casos, los principales síntomas son la hipotensión acompañada de palpitaciones cardíacas muy marcadas, migraña, sofocos y emesis (Vómitos).
¿Cuáles son los antibióticos más riesgosos?
Como vimos al principio, la posición de los expertos con relación a la ingesta simultánea de cerveza y antibióticos está dividida, pero se ha comprobado que hay consecuencias. En las últimas décadas, los investigadores han podido señalar cuales son los principios activos antibacterianos que más sufren cuando se consumen al mismo tiempo con el alcohol. Estos serían el metronidazol, el ketoconazol, el tinidazol, el cotrimoxazol y el linezolid.
Estos medicamentos, al combinarse con cualquier tipo de bebida alcohólica, provocan trastornos como falta de apetito, náuseas y migraña. Pero para el caso de la amoxicilina, hasta el momento no se han encontrado afectaciones severas cuando se acompaña de bebidas alcohólicas.
Según algunas investigaciones, el consumo de alcohol y antibióticos aumentaría la resistencia del cuerpo a los microorganismos responsables de hacer efectivos a los antibióticos, por lo tanto, sería más difícil erradicar a las enfermedades desencadenadas por los gérmenes patógenos y será más difícil encontrar nuevos métodos de tratamientos que resulten realmente efectivos en el futuro.
Veamos algunos consejos útiles.
Si no tienes la oportunidad de acudir a un médico para solucionar tus dudas, es mejor abstenerse de consumir bebidas alcohólicas mientras dure la terapia con antibióticos. De hecho, investigaciones sugieren que no se debe tomar alcohol por lo menos 24 horas después de la última ingesta de antibióticos. Algunos medicamentos, como puede el metronidazol, pueden permanecer en el cuerpo hasta un día entero sin necesidad de tomarse nuevamente. Otro ejemplo es la eliminación del tinidazol, la cual puede tomar hasta 72 horas, tiempo en el que se desaconseja totalmente el consumo de alcohol.
¿Qué hacer si ya se ha bebido cerveza durante el tratamiento con antibióticos?
Lo primero es mantenerse en calma, escuchar las señales de tu cuerpo y vigilar la aparición de cualquier síntoma mencionado anteriormente. Si aparecen síntomas durante las siguientes 24 horas, dirígete a la farmacia más cercana o directamente con un médico para confirmar la existencia de los síntomas y redactar un certificado médico para conseguir una incapacidad mientras pasa el problema. Esto es válido únicamente cuando se trata de síntomas leves, por lo que acudir con un experto es la mejor opción.