Esta es la razón por la que hacer el amor te ayuda a comer menos (¡y está comprobado!)
¿Sabías que tu vida sexual puede influir en la manera en que manejas el hambre y los antojos?

Además de fortalecer conexiones emocionales y mejorar el bienestar general, el sexo puede ayudar a reducir el apetito y evitar el “picoteo” entre comidas. Los efectos positivos no son solo psicológicos; también tienen fundamentos biológicos.
La relación entre el sexo y el apetito
La conexión entre el sexo y la alimentación va más allá del placer. Muchas de las respuestas del cuerpo durante el orgasmo se relacionan directamente con el control del apetito. Pero, ¿cómo funciona realmente este vínculo?
Hormonas y apetito
Cuando haces el amor, tu cuerpo libera una combinación poderosa de hormonas como la oxitocina, conocida como la “hormona del amor”, que no solo impulsa la conexión emocional, sino que también ayuda a controlar el hambre. Estudios sugieren que niveles altos de oxitocina disminuyen el deseo de consumir alimentos altos en grasa o azúcar.
Por otro lado, el sexo regula el cortisol, la hormona del estrés. Un nivel elevado de esta hormona puede causar hambre emocional y antojos descontrolados. Al reducirlo, el cuerpo logra mantener un mejor equilibrio metabólico.
Estrés + alimentación
El estrés crónico suele llevarnos a comer de manera desordenada, optando por alimentos altamente calóricos. Y es así, como el sexo actúa como un calmante natural, reduciendo los niveles de estrés y, con ello, la tendencia a comer por ansiedad. Este alivio puede compararse con los efectos de practicar meditación o ejercicio físico, pero con el extra del placer.
Beneficios psicológicos del sexo en la comida
Más allá de los efectos hormonales, el bienestar emocional derivado de una vida sexual activa también influye en cómo y cuánto comemos.

La conexión entre el deseo sexual y el control del hambre
Cuando te sientes bien emocionalmente, es más fácil tomar decisiones alimenticias conscientes. Esto significa que una vida sexual satisfactoria puede fomentar elecciones más saludables, como evitar alimentos procesados o reducir la ingesta de azúcares.
Efectos a largo plazo de una vida sexual activa
Estudios recientes apuntan a que el sexo regular mejora la salud metabólica, lo que incluye una mejor regulación del peso y una disminución en los episodios de hambre emocional. A largo plazo, las personas con una vida sexual activa tienden a reportar menos problemas relacionados con el sobrepeso, gracias al impacto sostenido de las hormonas como la oxitocina y la reducción del estrés.
Consejos para aprovechar los beneficios del sexo en el control del apetito
Para aquellos que buscan reducir su deseo de picar, mantener una vida sexual activa puede ser una estrategia efectiva. Aquí hay algunos consejos para maximizar estos beneficios:
- Comunicación abierta: hablar sobre deseos y necesidades sexuales puede fortalecer la conexión emocional.
- Experimentar: probar nuevas actividades sexuales puede aumentar la excitación y liberar más hormonas beneficiosas.
- Establecer rutinas: integrar el sexo en la rutina puede ayudar a que ambos se sientan más conectados y satisfechos.
Incorporar momentos de intimidad
La intimidad no se limita solo al sexo. Aquí hay algunas formas de fortalecer la conexión emocional sin necesariamente involucrarse en relaciones sexuales:
- Masajes: el contacto físico a través de masajes puede liberar oxitocina y promover la relajación.
- Cenas románticas: crear un ambiente especial puede aumentar la conexión emocional y fomentar una comunicación más abierta.
- Actividades compartidas: participar en actividades que ambos disfruten puede fortalecer la relación y, por ende, ayudar a controlar el apetito.
Por lo tanto, si estás buscando maneras de reducir el deseo de comer entre comidas, considera fortalecer la conexión con tu pareja a través de la intimidad. No solo mejorarás tu relación, sino que también podrás disfrutar de los beneficios en tu salud física y mental.