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Salud

Estas son las vitaminas que necesitas para unos ojos sanos

Cuidar de la vista va mucho más allá de usar gafas o visitar al oftalmólogo. Por esa razón, existen vitaminas y nutrientes que marcan la diferencia, y hoy vas a descubrir cuáles no pueden faltar en tu dieta si quieres ver el mundo con claridad.

Vitamina A: la aliada de la visión nocturna

La mayoría asocia la vitamina A con las zanahorias, y no es casualidad. Este nutriente es esencial para el funcionamiento de la retina y para evitar la ceguera nocturna. Además, ayuda a mantener hidratadas las mucosas oculares, previniendo la sequedad y la irritación.

Alimentos como la zanahoria, el melón, el camote, las espinacas y los huevos están cargados de este nutriente. Si a menudo notas molestias al pasar de un entorno iluminado a uno oscuro, podría ser una señal de que necesitas más vitamina A en tu día a día.

Vitamina C: el antioxidante que combate el envejecimiento ocular

La vista también sufre el paso del tiempo, pero la vitamina C ayuda a frenar los efectos del envejecimiento. Como antioxidante, protege a los ojos del daño causado por los radicales libres y apoya la formación de colágeno, clave para la estructura ocular.

Las mejores fuentes de vitamina C son los cítricos, el kiwi, los pimientos, el brócoli y la fresa. Este nutriente puede retrasar el avance de enfermedades como las cataratas y la degeneración macular, problemas muy comunes en la adultez.

Vitamina E: escudo contra la degeneración macular y las cataratas

Otra vitamina antioxidante importante es la vitamina E. Su función principal es proteger las células oculares del daño oxidativo. Gracias a esto, minimiza la posibilidad de padecer enfermedades que afectan la visión central, como la degeneración macular relacionada con la edad (DMAE).

Encuentra vitamina E en frutos secos, semillas, aceites vegetales y aguacate. Integrar estos alimentos en tu dieta diaria ayuda a mantener la vista protegida ante las amenazas del día a día.

Luteína y zeaxantina: filtros naturales para la vista

Estos dos compuestos pertenecen a la familia de los carotenoides y se concentran en la mácula del ojo, un área crucial para la visión central. Actúan como un filtro natural que protege contra la luz azul y los daños que puede causar el sol.

La luteína y la zeaxantina están presentes en la espinaca, el kale, la col rizada, el maíz y el brócoli. Consumirlos de forma regular mantiene tus ojos en buena forma y puede prevenir la fatiga visual, sobre todo si pasas muchas horas frente a pantallas.

Ácidos grasos omega-3: lubricación y protección para la retina

Los omega-3, especialmente el DHA, se encuentran en alta concentración en la retina. Estos ácidos grasos mantienen la superficie del ojo hidratada y reducen el riesgo de problemas como el ojo seco. Además, son importantes para el desarrollo visual y para prevenir enfermedades en la retina.

Incluye en tu dieta pescado azul (salmón, sardinas, atún), semillas de chía, linaza y nueces para disfrutar de todos los beneficios de estos nutrientes. Notarás la diferencia si sueles sentir los ojos cansados o irritados.

Foto Freepik

Complejo de vitaminas del grupo B: energía para los ojos

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Las vitaminas B, especialmente la B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B6, B12 y el ácido fólico, juegan un papel importante en la protección del nervio óptico y en la prevención de enfermedades degenerativas. También ayudan a disminuir la inflamación y mejoran el flujo sanguíneo hacia los ojos.

Puedes obtenerlas a través de cereales integrales, carnes magras, huevos, legumbres y verduras de hoja verde. Una dieta rica en vitamina B ayuda a mantener la visión nítida y previene molestias relacionadas con el esfuerzo visual.

Zinc: el mineral que apoya el metabolismo ocular

El zinc es fundamental para la salud de la retina y para el buen funcionamiento de las enzimas que manejan la vitamina A en el ojo. Además, refuerza la protección contra la luz dañina.

Alimentos como las ostras, mariscos, carne magra, nueces y legumbres aportan buenas dosis de zinc. Sin suficiente zinc, el riesgo de problemas visuales como la mala adaptación a la oscuridad puede aumentar.

¿Cuándo pensar en suplementos?

Puede que no siempre sea sencillo obtener todas las vitaminas en cantidades ideales sólo con la comida. Personas mayores, quienes siguen dietas restrictivas o aquellos con problemas de absorción pueden encontrar útil el uso de suplementos específicos para los ojos.

Los productos diseñados para la salud ocular suelen contener mezclas de luteína, zeaxantina, zinc, vitamina C, E y omega-3. Antes de empezar un suplemento, siempre es recomendable consultar a un especialista.

No hace falta esperar a perder visión para empezar a cuidar los ojos. Con hábitos sencillos y una alimentación equilibrada, puedes conservar una vista saludable por muchos años. Prioriza alimentos frescos, variados y ricos en vitaminas A, C, E, B, luteína, zeaxantina, omega-3 y zinc. ¿Listo para cuidar tus ojos como se merecen? Tu salud visual está en tus manos (¡y en tu plato!).

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