Este país multará a los pasajeros que se desabrochen el cinturón y se levanten antes de que se detenga el avión

Viajar en avión une culturas y acorta distancias, pero también puede revelar hábitos difíciles de erradicar. Y uno de los más comunes y peligrosos ocurre cuando los pasajeros, ansiosos por salir, se levantan y se desabrochan el cinturón antes de que la aeronave haya llegado a su punto final y seguro. Este país, uno de los destinos turísticos más visitados del mundo, ha decidido poner punto final a esa costumbre.
La escena es conocida: el avión aterriza, aún recorre la pista y muchos pasajeros ya están de pie, buscando su equipaje en los compartimentos superiores. Este comportamiento, además de impaciente, puede resultar en accidentes o pérdidas materiales, por lo que la autoridad de aviación turca ha observado un aumento de quejas y episodios relacionados con esta conducta, por lo que decidió actuar con firmeza. Ahora, quienes se levanten antes de tiempo o se desabrochen el cinturón antes de la parada final, enfrentarán multas. Esta medida busca no sólo seguridad, sino también respeto y convivencia a bordo.
¿En qué consiste la nueva medida y cómo se aplicará?
Desde principios de junio de 2025, Turquía sanciona a quienes no respeten las normas de seguridad durante el rodaje y la llegada del avión. La regulación es clara y abarca varias acciones: desabrochar el cinturón antes de tiempo, levantarse antes de la señal de la tripulación, abrir compartimentos en movimiento y adelantarse en la fila de desembarque.
La sanción ronda los 70 dólares estadounidenses, una cifra significativa si consideramos el gasto extra que representa en un viaje. No importa si el pasajero es local o turista, todos deben respetar la norma y las aerolíneas turcas están obligadas a actualizar los anuncios a bordo para advertir sobre la multa y el tipo de comportamientos que serán reportados. Si alguien infringe, la tripulación lo documenta y reporta a las autoridades al llegar, quienes notifican y aplican la sanción administrativa.
Esta regulación no sólo protege la seguridad, también pretende enviar un mensaje claro: el orden y la paciencia son importantes para todos los que viajan.
Motivaciones detrás de la normativa
El motivo principal de la medida es la protección, porque cuando un avión aún está en movimiento, tanto si recorre la pista como si espera en el finger, nada garantiza que no ocurra un frenazo o movimiento brusco. Un pasajero de pie puede lesionarse, golpear a otros o fomentar caídas de equipaje. Por eso, la clásica luz de cinturón encendida no es un simple adorno.

Ignorar las instrucciones de la tripulación y la señalización dentro del avión también deteriora la convivencia. Si cada persona actúa según sus ansias, el caos se multiplica. Los sobresaltos, tensiones y reclamos no tardan en aparecer, afectando la experiencia de todos a bordo.
El desembarque una fuente de conflictos y riesgos
El momento del desembarque suele ser campo de batalla para muchos nervios y quienes se levantan antes provocan un efecto dominó: otros los siguen, se forman filas apretadas cerca de la salida, y se pierden la tranquilidad y el respeto por los turnos. Esta escalada crea discusiones, roces y, en ocasiones, situaciones de peligro como caídas, empujones o golpes con las maletas.
Para la tripulación, gestionar este tipo de conflictos implica tiempo extra, estrés e incluso retrasos para el resto de los procedimientos del avión. En definitiva, un simple gesto de impaciencia puede arrastrar molestias y riesgos innecesarios para todos.
¿Qué pasa en otros países? Multas y normativas internacionales
Turquía no es el único país en reforzar la disciplina aérea. En Europa, los derechos y deberes del pasajero se regulan con criterios estrictos. Por esa razón, la Unión Europea aplica sanciones económicas en casos de retrasos, negación de embarque e incidentes de conducta. Aunque no siempre hay multas directas para quien se levante antes de tiempo, los comportamientos graves y disruptivos sí reciben castigo y pueden terminar en sanciones judiciales.
En Estados Unidos, la FAA (Administración Federal de Aviación) regula actitudes conflictivas y puede imponer multas cuantiosas en casos extremos. Las aerolíneas tienen protocolos para advertir a los pasajeros y reportar a quienes ignoren reglas de seguridad o generen altercados. Aquí la regulación es menos específica, pero el objetivo es el mismo: proteger la seguridad y el orden durante el vuelo.
El sentido de la nueva regulación es sencillo: respetar las normas en un avión salva vidas y evita conflictos innecesarios. Si ya lo hacen en Turquía, ¿no sería una buena costumbre para adoptar en cualquier destino?