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Salud

Esto es lo que debes buscar en la etiqueta de un buen probiótico

Estas pequeñas pero poderosas bacterias tienen el potencial de ayudar a equilibrar nuestra microbiota intestinal, fortalecer el sistema inmune e incluso mejorar el estado de ánimo. Sin embargo, no todos los probióticos son iguales. ¿Qué hace que un probiótico sea realmente efectivo? Aquí te lo explicamos.

Cepas específicas

No todos los probióticos tienen el mismo efecto, ya que cada cepa bacteriana tiene características únicas y puede cumplir distintas funciones en el organismo. Por ejemplo, Lactobacillus rhamnosus GG es conocido por su capacidad para prevenir diarreas, mientras que Bifidobacterium longum se asocia con la mejora del bienestar digestivo. Es importante que el producto indique claramente la cepa, su género y especie para asegurarte de que estás eligiendo la opción correcta.

Número significativo de microorganismos vivos

Para que un probiótico sea eficaz, debe contener un mínimo de 1.000 millones de unidades formadoras de colonias (UFC) por dosis. Este número garantiza que una cantidad suficiente de bacterias llegará activa al intestino. Si el producto contiene menos de esta cantidad, es menos probable que tenga el efecto deseado en el organismo. Recuerda revisar la etiqueta para confirmar que tenga esta concentración.

Resistencia a los ácidos gástricos

No todas las bacterias sobreviven al ambiente hostil del estómago, donde los ácidos gástricos pueden destruirlas. Un buen probiótico debe contar con cepas resistentes capaces de sobrevivir este viaje y alcanzar el intestino, donde realmente hacen su trabajo. Productos de calidad mencionan esta característica en sus especificaciones. De lo contrario, es posible que estés consumiendo bacterias que no llegarán a cumplir su función.

Fecha de caducidad clara y estabilidad en almacenamiento

Los probióticos son productos vivos y, como tales, su eficacia puede disminuir con el tiempo. Es crucial elegir un producto cuya fecha de caducidad esté claramente indicada. Además, revisa si requiere almacenamiento en frío o si puede mantenerse a temperatura ambiente sin perder su eficacia. De esta manera, podrás asegurarte de que la potencia de las bacterias se mantenga hasta su consumo.

Beneficios probados clínicamente

Un buen probiótico no solo debe contener bacterias vivas; también tiene que demostrar que esas bacterias tienen un impacto positivo en la salud. Busca productos respaldados por estudios clínicos realizados en humanos. Esta evidencia garantiza que el producto es seguro y cumple con lo que promete. Si el fabricante no puede proporcionar información sobre pruebas o investigaciones, eso podría ser una señal de alerta.

Foto Freepik

Fórmulas con múltiples cepas

Aunque en algunos casos una sola cepa puede ser útil, los probióticos que combinan diferentes cepas suelen ser más efectivos. Las fórmulas multispecie abordan distintos aspectos de la salud intestinal al equilibrar diversas bacterias en el organismo. Por ejemplo, una combinación de Lactobacillus y Bifidobacterium puede mejorar tanto la digestión como la inmunidad.

Un buen probiótico puede potenciarse con la inclusión de prebióticos, como la inulina o los fructooligosacáridos. Estos son fibras que las bacterias buenas utilizan como fuente de alimento, lo que las ayuda a crecer y colonizar el intestino. Algunos productos integran estos ingredientes para mejorar la efectividad del tratamiento.

¿Qué beneficios puedo esperar de un buen probiótico?

Un probiótico de calidad puede ayudar con muchos problemas comunes. Mejora síntomas de trastornos como el síndrome de intestino irritable (SII), alivia problemas digestivos como gases, hinchazón y diarrea, y apoya a quienes padecen intolerancia a ciertos alimentos, como la lactosa. También puede ser útil para restablecer la flora intestinal después de tomar antibióticos. Además, algunos estudios sugieren que ciertas cepas pueden prevenir infecciones vaginales y apoyar la salud de la piel.

Al elegir un probiótico, también puedes estar invirtiendo en tu salud a largo plazo. Las investigaciones han relacionado el consumo regular de probióticos con un menor riesgo de enfermedades crónicas, mejora de la función inmune y reducción de la inflamación.

Cómo seleccionar el mejor probiótico para ti

Antes de comprar, pregúntate cuál es tu necesidad específica. Por ejemplo, si buscas apoyo digestivo, opta por una fórmula dirigida a esa área. Si has tomado antibióticos recientemente, elige un probiótico que ayude a reponer tu microbiota intestinal. Consulta con tu médico, especialmente si tienes condiciones médicas o estás embarazada.

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