Salud

Dormir muchas horas pone en riesgo la salud cardiaca

El sueño es esencial para la adecuada recuperación física y mental, por esa razón se le asocia con el buen estado de salud. Sin embargo, el Instituto Nacional del Sueño y la Vigilancia establece que no existe una “buena duración del sueño”, ya que es un aspecto individual relacionado con la genética.

Aun así, el tiempo de descanso promedio de una persona adulta es de 8 horas al día. Los más pequeños pueden sentirse satisfechos luego de descansar 6 horas, mientras que los llamados durmientes pesados duermen hasta 9 o 10 horas cada noche.

No obstante, los investigadores de la Universidad de Keele recomiendan no dormir más de 8 horas cada noche porque se aumenta el riesgo cardiovascular en comparación con quienes duermen solo 7 horas.

Dormir demasiado: riesgo moderado de afección cardiovascular

Luego de realizar este estudio los investigadores se mostraron preocupados debido a que la mayoría de las personas suelen dormir más de 10 horas diarias, lo cual aumenta su riesgo cardiaco a un 30% en relación con las personas que descansan solo 7 u 8 horas por noche.

El estudio evaluó la relación entre el tiempo de sueño, la enfermedad cardiovascular y la mortalidad en unas 3 millones de personas. Y esta investigación demostró que un largo periodo de sueño de 10 horas está estrechamente relacionado con accidentes cardiovasculares superando el 56% y supone un riesgo de muerte cardiovascular en un 49%. Dicho resultado fue publicado en el Journal of American Heart Association.

Prevenir el riesgo cardiovascular tratando los trastornos del sueño

Este estudio también demostró que la calidad deficiente de sueño aumentaría en 44% el riesgo de enfermedad coronaria, por lo que los investigadores indican que el impacto de este estudio en la salud pública es significativo. Así se alienta a los médicos a examinar exhaustivamente la duración y la calidad de sueño de sus pacientes.

Si durante las consultas se observan patrones de sueño excesivo, ellos deben buscar riesgo de enfermedad cardiovascular. Lo mismo ocurre en caso de trastornos del sueño o apnea del sueño, que es una afección delicada.

El mensaje de los investigadores es que la calidad y duración del sueño representan una alerta para la salud cardiovascular y por eso los médicos deben examinar con atención estos factores durante sus consultas.

Es claro para los investigadores que los factores culturales, psicológicos, sociales, conductuales, patológicas y ambientales influyen en la calidad y tiempo de sueño de cada persona. En este punto es recomendable cuidar a los niños durante la noche, así como prestar atención a quienes tienen jornadas de trabajo rotativas, enfermedad mental o física.

Por otra parte, señalan que reducir con frecuencia el tiempo de sueño recomendado como saludable también afecta negativamente la salud en general. Impedir que el cuerpo cubra su necesidad en cuanto a la cantidad y calidad de sueño impacta sobre la calidad de vida, aumenta la fatiga, la falta de atención, irritabilidad, nerviosismo y eleva notablemente la somnolencia.

De esta manera, la falta de sueño disminuye significativamente el rendimiento y respuesta del organismo en su capacidad física y mental.

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Lidia Baldomero