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Insólito

Hombre de 46 años asesina y descuartiza a su madre en su propia casa

Un hecho estremecedor ha conmocionado a España-Málaga. Un hombre de 46 años fue detenido tras ser acusado de asesinar y descuartizar a su madre. Los detalles policiales y vecinales han revelado un contexto familiar conflictivo y marcado por la enfermedad mental, la violencia y el consumo de drogas.

Todo sucedió el pasado miércoles, cuando los vecinos alertaron a la Policía sobre un comportamiento extraño. El acusado caminaba por la calle con un hacha, golpeando barrotes y mostrando signos de alteración. No era la primera vez que en ese domicilio ocurrían episodios de violencia, pero esta vez la situación desembocó en una tragedia sin precedentes.

El contexto familiar: violencia y convivencia rota

La víctima, Natividad, de 68 años, vivía con su hijo Alejandro R. S. La convivencia estaba rota desde hacía tiempo y los vecinos sabían de las frecuentes discusiones, amenazas y episodios de violencia doméstica. Algunas veces, incluso, la mujer se vio obligada a salir de casa por temor. El barrio observó durante años las consecuencias de una relación deteriorada y los intentos frustrados de poner fin a la pesadilla cotidiana.

El hijo tenía problemas de salud mental documentados y antecedentes de tratamiento psiquiátrico. También se le asoció con el abuso de sustancias, una situación que solo empeoró el clima familiar, llevando a límites incontrolables la tensión diaria y la inseguridad de la víctima.

Cuando la Policía acudió a la vivienda, encontró una escena dantesca. El cadáver de Natividad presentaba un desmembramiento avanzado, con indicios de decapitación, y en el inmueble hallaron evidencias de consumo de drogas. Los investigadores creen que el crimen pudo haberse cometido días antes del descubrimiento y se sospecha que se utilizó un cuchillo de sierra además del hacha para llevar a cabo el homicidio.

La detención se produjo rápidamente y el acusado fue arrestado en plena calle, portando el hacha y mostrando un evidente estado de alteración psíquica. Al ser interrogado, confesó el crimen y justificó su acción diciendo que escuchaba voces que le ordenaban matar a su madre. Esta declaración ha sido clave para comprender el estado mental en que se encontraba en el momento del crimen.

Foto Freepik

Enfermedad mental y violencia: ¿un cóctel explosivo?

La historia de Alejandro y su madre no es un caso aislado en los registros policiales o judiciales. Cuando los trastornos psiquiátricos se unen a relaciones familiares tensas y a la falta de tratamiento o control, el riesgo de comportamientos extremos sube de forma alarmante. El consumo de drogas, en este contexto, agrava aún más el peligro.

El acusado había protagonizado episodios previos de violencia, que ya habían sido denunciados. Sin embargo, la protección a la víctima no fue suficiente para evitar el desenlace final. Los expertos recuerdan que la intervención temprana de los servicios sociales y sanitarios podría evitar muchas tragedias como esta, pero también ponen el punto de atención en la necesidad de un apoyo estable y de seguimiento constante para los enfermos psiquiátricos en riesgo.

La reacción del vecindario y los servicios sociales

La comunidad siente rabia, impotencia y miedo, y muchos vecinos lamentan no haber sido capaces de proteger a Natividad pese a conocer la situación. No faltan las críticas a la falta de recursos ni a las carencias en el seguimiento de familias con antecedentes de violencia y consumo de drogas.

Los servicios sociales y las organizaciones de apoyo han vuelto a poner el foco en la importancia de detectar señales de alarma en el entorno, de promover la denuncia y de insistir en la colaboración entre instituciones. Solo así se pueden reducir los riesgos y mejorar la protección de las personas más vulnerables.

Situación judicial y próximos pasos

Tras la detención, el juez ha ordenado el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza. Las diligencias judiciales continúan abiertas para aclarar todos los detalles del crimen: el móvil, el estado mental del acusado, las posibles omisiones de apoyo institucional y la secuencia de los hechos.

La investigación forense determinará el momento exacto de la muerte, el uso de las armas y si hubo algún intento de encubrimiento por parte del agresor. Mientras tanto, el parricida permanecerá en prisión preventiva hasta el juicio.

Esto no es solo una historia de crimen, sino la radiografía de una realidad común a muchas familias en riesgo. Una llamada clara para reforzar los lazos sociales, mejorar la atención a la salud mental e intensificar la vigilancia y el acompañamiento de quienes viven bajo la amenaza de la violencia doméstica.

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