Un padre en Estambul patea a su hija de apenas tres años y la niña cae por las escaleras de un edificio, todo captado por cámaras de seguridad.
La noticia no solo generó tristeza, también provocó rabia en Turquía y en otros países. En pocas horas, miles de personas pedían castigo y protección real para la menor.
El hecho ocurrió en un complejo de departamentos del barrio de Eyüpsultan, en Estambul. Las cámaras del pasillo registraron a un hombre caminando junto a su hija pequeña. En una fracción de segundo, se ve cómo levanta el pie y la empuja hacia los escalones mientras sostiene un cigarrillo en la mano.
La niña pierde el equilibrio, cae por las escaleras y termina golpeada en varios puntos del cuerpo. Inmediatamente fue llevada al hospital con moretones y heridas que los médicos consideraron serias. Muchos especialistas en derechos de la niñez advirtieron que el desenlace pudo ser fatal.
La escena es especialmente dura porque muestra a una menor indefensa sufriendo agresión de la persona que debería cuidarla. Cuando la violencia viene del padre, la sensación de vulnerabilidad se multiplica.
El vídeo viral que encendió las redes y destapó el caso
Las imágenes de las cámaras de seguridad primero circularon en medios locales, luego en redes sociales y portales de noticias de otros países. En poco tiempo, se volvió tema de conversación en hogares, escuelas y oficinas.
Miles de usuarios reclamaron justicia y un castigo ejemplar para el agresor. El vídeo no solo fue una prueba clave para el expediente, también se convirtió en motor de presión social para que el caso no terminara archivado o minimizado.
Juicio, versión del padre y la polémica sentencia de un año y seis meses
En el Tribunal Penal de Primera Instancia de Estambul, el padre, identificado como Turgay T., declaró por videoconferencia mediante el sistema SEGBIS. Sostuvo que la niña se resbaló y que él solo extendió el pie para salvarla de una caída peor.
Afirmó que su hija lo es todo para él y mencionó que tiene diez hijos, como si la cantidad de niños fuera prueba de cariño. Presentó su versión como un accidente y negó tener intención de hacer daño. El problema es que el vídeo contaba otra historia, cuadro a cuadro.
Lo que vio el juez en el vídeo y la reacción en la sala
Durante la audiencia, el juez confrontó directamente a Turgay T. Le recordó que en las imágenes no se ve a la niña tocando nada ni perdiendo el equilibrio por sí sola, se ve al padre levantando el pie y pateándola.
La contradicción entre el relato del acusado y lo que mostraban las cámaras generó molestia en la sala. El juez cuestionó con fuerza la credibilidad de su versión. Esa reacción dejó claro el peso que puede tener una grabación a la hora de desmentir excusas y proteger a las víctimas.
Por qué solo lo condenaron por lesiones simples a una menor indefensa
A pesar de la dureza del hecho, el tribunal calificó el delito como lesiones simples contra un descendiente incapaz de defenderse. La sentencia final fue de un año y seis meses de prisión.
El Ministerio de Familia y Servicios Sociales y el abogado del denunciante habían pedido la pena máxima posible. Sin embargo, el tribunal optó por una condena menor. Para buena parte de la opinión pública, el castigo no guarda proporción con el daño ni con el trauma que puede acompañar a la niña durante años.
