La trágica muerte del hombre que se ahogó cuando le proponía matrimonio a su pareja bajo el agua

El mundo entero se conmovió cuando una propuesta de matrimonio, planeada para ser un recuerdo eterno lleno de amor y originalidad, terminó en una tragedia imposible de olvidar. Lo que parecía el escenario perfecto para una historia romántica quedó marcado por el dolor y la sorpresa. Steven Weber eligió uno de los escenarios más exclusivos y soñados del planeta para pedirle a Kenesha Antoine que se casara con él. Sin embargo, el momento, grabado en video para la eternidad, se vio interrumpido por un giro impredecible: Steven no logró salir del agua con vida.
Steven Weber y Kenesha Antoine buscaban algo fuera de lo común para sus vacaciones. No conformes con cualquier destino, eligieron Pemba, una isla paradisíaca en Tanzania, famosa por sus paisajes y hoteles de lujo, que destacaba un resort con habitaciones sumergidas en el océano Índico, dando la sensación de dormir rodeados por la vida marina. El entorno era tan exclusivo, que una sola noche podía costar varios miles de dólares, e incluía vistas submarinas únicas.
El joven planificó sorprender a su pareja con una propuesta inolvidable, por lo que su idea iba más allá de las palabras tradicionales: quería declarar su amor bajo el agua, mostrando una nota escrita a mano y un anillo de compromiso frente a los ventanales sumergidos de la habitación. Buscaba ofrecer un recuerdo que, literalmente, no pudiera encontrarse en ningún otro lugar del mundo.
La propuesta bajo el agua
Las habitaciones del resort, sumergidas a varios metros debajo de la superficie, permiten a los huéspedes observar el océano desde la comodidad y la seguridad de su cabaña flotante. Steven, decidido a impresionar, buceó hasta una de las ventanas con una nota que decía: “No puedo contener la respiración lo suficiente como para decirte todo lo que amo de ti”. Sostuvo el papel para que Kenesha lo leyera desde adentro y luego mostró un anillo guardado en su traje de baño, todo mientras era grabado por la cámara de su novia.
El gesto fue conmovedor y arriesgado. No había palabras, solo miradas y gestos a través del cristal del océano. El vídeo capta el momento exacto en que el amor supera al miedo y la emoción se apodera de ambos.
Tras el mágico instante, Steven intentó regresar a la superficie, pero nunca lo consiguió. Kenesha vio cómo su novio desaparecía de su vista sin llegar a escuchar el “sí” que ella le había prometido. Los intentos por auxiliarlo no dieron resultado y el personal del hotel llegó rápido, pero nada pudo hacerse.
La noticia circuló en todos los medios, generando una avalancha de mensajes de condolencias y una discusión sobre los riesgos de las sorpresas románticas extremas.

Riesgos y responsabilidad en propuestas extremas
Las ideas originales y la búsqueda de lo extraordinario son un motor poderoso, pero pueden ocultar riesgos graves. Pedir matrimonio en escenarios acuáticos, sin experiencia ni el equipo adecuado, puede transformarse en un peligro real. En el caso de Steven, la propuesta se hizo sin acompañamiento profesional, ni medidas de seguridad adicionales.
Por otro lado, la apnea improvisada, especialmente en lugares cerrados como habitaciones submarinas, puede ser mucho más peligrosa de lo que parece, ya que el cuerpo humano tiene límites estrictos para contener la respiración bajo presión, y el pánico puede presentarse en segundos. Por eso, los expertos recomiendan nunca bucear solo, ni improvisar actividades bajo el agua sin la guía y respaldo de profesionales.
Los resorts que ofrecen experiencias subacuáticas tienen la obligación de educar y supervisar a sus clientes. Si bien la innovación es atractiva, la seguridad debe ser lo primero, incluso en ambientes que parecen controlados.