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La verdad detrás de la vida de Crystal Hefner con Hugh Hefner: «Tener que dormir con un hombre de 80 años tiene un precio»

La viuda de Hugh Hefner, Crystal Hefner, ha decidido contar su historia siete años después de la muerte del fundador de Playboy. En su nuevo libro, «Solo decir cosas buenas: Sobreviviendo a Playboy y encontrándome a mí misma», Crystal revela detalles impactantes sobre su vida como conejita Playboy y su relación con Hefner. En una entrevista con People, Crystal confiesa que nunca estuvo verdaderamente «enamorada» de su difunto esposo y que su relación tuvo un alto costo.

Un desequilibrio de poder

Crystal Hefner, de 37 años, revela que se dio cuenta de que estaba lidiando con un desequilibrio de poder significativo en su relación con Hugh. Aunque inicialmente se sentía en la cima del mundo, pronto se dio cuenta de que había perdido su identidad en el proceso de complacer a Hefner. La modelo admite que nunca estuvo enamorada del magnate de Playboy y que había un «precio» que pagar por formar parte de ese mundo.

«Parecía un mundo de éxito y fantasía, pero todos tenían que dormir con un hombre de 80 años. Todo tiene un precio», afirma Crystal.

El comienzo de su relación

Cuando Crystal tenía tan solo 21 años, fue invitada a quedarse en la Mansión Playboy en octubre de 2008. Pocos meses después, comenzó una relación con Hugh Hefner y se convirtió en su tercera esposa en 2012. Aunque al principio se sentía en la cima del mundo, Crystal admite que nunca estuvo enamorada de su esposo.

«Pensé que si le gustaba todo lo que a él le gustaba y hacía todo lo que él quería que hiciera, sería su favorita. Y así fue, pero me perdí a mí misma en el proceso«, confiesa.

Photo Freepik

El precio de vivir en la Mansión Playboy

Crystal revela que la vida en la Mansión Playboy era restrictiva y venía con muchas reglas. Las conejitas Playboy tenían una asignación que recibían en billetes ordenadamente dispuestos por Hefner. Además, debían seguir un código de vestimenta estricto, incluso en cuanto a los colores de esmalte de uñas que podían usar.

«Nuestro esmalte de uñas no podía ser de otro color que no fuera neutro, nada de manicura francesa», revela Crystal.

La modelo también cuenta cómo Hefner le hacía saber cuando le empezaba a crecer la raíz de su cabello castaño natural. Debía teñirlo de rubio, lo que provocaba quemaduras en su cuero cabelludo y ampollas. A pesar de esto, Crystal pensaba que todo esto era normal y que era la forma en que Hefner la veía como hermosa.

El legado de Hugh Hefner

El título del libro de Crystal, «Solo decir cosas buenas: Sobreviviendo a Playboy y encontrándome a mí misma», proviene de una petición de Hefner antes de su muerte. El fundador de Playboy le pidió a Crystal que continuara su legado y que solo dijera cosas buenas de él. Sin embargo, después de años de terapia y sanación, Crystal decidió que era necesario ser honesta sobre su tiempo en la Mansión Playboy. El libro trata sobre su proceso de curación en un entorno tóxico.

La realidad detrás de la fantasía

Crystal también revela las condiciones insalubres dentro de la famosa Mansión Playboy. Según ella, el lugar no se limpiaba adecuadamente y había moho. Además, el lugar estaba desgastado después de tantas fiestas. Crystal confiesa que constantemente lloraba por todo y por todos en la mansión. Incluso menciona que los animales parecían deprimidos y tristes.

«Era una ilusión. Ni siquiera sé si era feliz, para ser honesta», admite Crystal.

El uso de Viagra de Hugh Hefner

En otra revelación sorprendente, Crystal revela que Hugh Hefner consumía grandes cantidades de Viagra para mantener su erección hasta el final de su vida. De hecho, esto le provocó la pérdida de audición en un oído. Igualmente, afirma que Hefner siempre decía que prefería estar sordo pero aún poder tener relaciones sexuales. «Extraño», comenta Crystal sobre esta peculiaridad de Hefner.

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Veronica Pereira