8 errores que cometemos al combinar alimentos
Existen ciertas combinaciones de alimentos que realmente nos gustan mucho y por eso son consideradas irremplazables y perfectas.

Sin embargo, es importante saber que, aunque las mezclas que hacemos tengan un buen sabor, esto no significa que la ingesta nutricional también sea la mejor, ya que en la mayoría de casos resultan mezclas muy poco recomendadas y hasta contaminantes para el organismo.
Es muy importante comprender que la combinación de alimentos e ingredientes es muy importante para que sean digeridos y asimilados de forma óptima por nuestro cuerpo. En este sentido, lo mejor es conocer lo más pronto posible los diferentes grupos de alimentos que no deben ir juntos para así poder hacer mezclas saludables y hasta beneficiosas para nuestra dieta y estado de salud.
Una sensación de malestar y fatiga después de las comidas, dolor abdominal, hinchazón y gases incontrolados son algunos de los síntomas de una mala digestión. Esto se debe principalmente a una mala combinación de los alimentos que consumimos en una comida principal y que a largo plazo puede conducir a un empeoramiento general de las condiciones de salud e incluso a la aparición de algunas patologías debido a las alteraciones constantes en el funcionamiento del organismo.
Por todos estos motivos, hoy vamos a mostrarte ocho combinaciones de alimentos erróneas que son contaminantes para el cuerpo y que deberías dejar de hacer si quieres mantener tu salud a largo plazo:
Té con leche
Los amantes del té deben conocer los efectos secundarios de esta reconocida mezcla, porque si se combina el té y la leche, la caseína presente en la leche anula los beneficios del té. Por lo tanto, si estás consumiendo té para remediar la presión arterial alta o los problemas del sistema cardiovascular, debes evitar a toda costa el mezclarlo con leche.
Pan y queso
Aunque esta mezcla es de las más comunes y disfrutada por todos en el mundo, es un verdadero error consumirlos juntos. El almidón del pan y las proteínas del queso se digieren de maneras completamente opuestas, y durante el proceso de digestión, el cuerpo tendrá que decidir cuál de los dos alimentos debe asimilar, por lo que a menudo la elección se hace teniendo en cuenta el detrimento del almidón que, al permanecer más tiempo del necesario en el vientre, se fermenta y enferma el estómago causando problemas intestinales.
Melón
El melón es una fruta muy apreciada y consumida especialmente durante el verano. Es una fruta que se digiere más rápido que otros alimentos, motivo por el cual no se recomienda comerlo acompañado de productos lácteos porque el estómago va a ser reducida su capacidad para absorber los nutrientes de la fruta. Sin embargo, para mezcla clásica del jamón y melón, no te preocupes, no hay ningún problema detectado hasta la fecha.
Ternera con huevo
Cuando no se quiere pasar mucho tiempo en la cocina, la clásica tortilla de jamón es siempre una solución rápida y fácil. Lo que muchos no saben es que cuando se come, nos estamos arriesgando a exceder la dosis diaria de proteínas y alterando la ingesta nutricional diaria. Para superar este problema, te recomendamos comer legumbres en lugar de jamón, especialmente si es para la cena.
Plátano y leche
Según la opinión de varios expertos en el área nutricional, los plátanos y la leche son dos de los alimentos menos compatibles. De hecho, todo parece indicar que este tipo de batidos presentan el riesgo de destruir seriamente la flora intestinal, debido a que los dos ingredientes se digieren de forma totalmente opuesta. Como consecuencia de esto, es normal sentirse mal después de consumirlos y notar un aumento de la mucosidad o incluso presentar reacciones alérgicas.
Tomate y pepino
Los tomates tienen un alto contenido de vitamina C que supera incluso al de las naranjas y limones, es exactamente por eso que debería estar prohibido mezclarlo con los pepinos. La razón es simple: los pepinos contienen una enzima que interfiere directamente con la absorción de la vitamina C y conduce a una perturbación e hinchazón en el tracto digestivo. Por lo tanto, al mezclar estos dos alimentos en una ensalada se corre el riesgo de no recibir todos los beneficios que ofrecen los tomates.
Yogur y fruta
Combinar los productos lácteos con otros alimentos como las frutas nunca es una buena idea, ya que cada tipo de alimento requiere de diferentes tiempos de digestión. Para el caso de las frutas en especial es aún más serio. Sus componentes ácidos interfieren en la digestión y asimilación de los productos lácteos. Por lo tanto, esto también aplica para el caso de los zumos de fruta y la leche.
Lasaña
La lasaña es un plato rico y apetecido en el que se mezclan productos lácteos, proteínas, carbohidratos y ácidos. Digerirlo, implica para el cuerpo un enorme esfuerzo para asimilar la mayor cantidad de beneficios posibles. Precisamente por eso, muchos expertos aconsejan no comerla durante la noche o antes de realizar algún esfuerzo físico, ya que al digerirse mucho más lento, el riesgo de vomitar, sufrir acidez y otras complicaciones es muy alto.