Los zumos 100% de fruta también aumentan el riesgo de cáncer

Una investigación francesa publicada en el ‘British Medical Journal’, confirma la relación que existe entre las bebidas azucaradas, incluidos los zumos 100% de fruta, con una mayor incidencia de cáncer.
«El consumo de bebidas azucaradas ha aumentado en más del 40 por ciento entre 1990 y 2016. Los efectos negativos de estos productos sobre el corazón y los vasos sanguíneos han sido ampliamente estudiados y ahora son bien conocidos”, explican los autores de la investigación, dirigidos por Eloi Chazelas, quien se ocupa de la epidemiología nutricional en la Universidad de París.
Además, añadieron que “los efectos del consumo de bebidas azucaradas sobre el riesgo de cáncer no son tan conocidos», y para resolver esta carencia, analizaron los datos de más de 101,000 participantes del estudio Nutrinet-Santé.
Reducir el consumo
Con el objetivo de encontrar una posible relación entre el consumo de bebidas azucaradas y el riesgo de contraer cáncer, Chazelas y sus colegas evaluaron las respuestas de los participantes a cuestionarios sobre la ingesta de alimentos que incluían preguntas sobre el consumo de bebidas azucaradas, sin o con edulcorantes artificiales.
El análisis mostró que por cada 100 mililitros más de consumo de bebidas edulcoradas, el riesgo de cáncer en general aumentó un 18%. El riesgo de cáncer de mama aumentó un 22%.
«El riesgo de desarrollar cáncer, también se confirma por el consumo de zumos que contienen 100 por ciento de fruta, pero no se observó en el caso de los refrescos que contenían edulcorantes artificiales, tal vez por falta de datos», agregan los investigadores.
Según algunas hipótesis de los autores, este efecto podría basarse en el aumento de peso causado por las bebidas azucaradas y su alto índice y carga glucémica, sin olvidar mencionar la presencia de aditivos potencialmente peligrosos.
«Aunque se confirmará en otros estudios y en diferentes poblaciones, estos datos sugieren que la reducción drástica de las bebidas azucaradas podría ser una estrategia efectiva para la prevención del cáncer», concluyeron Chazelas y colegas.