Médico revela radiografía de paciente lleno de parásitos y advierte sobre los peligros de la carne de cerdo mal cocida
Imagina descubrir que tu cuerpo está invadido por cisticercos, larvas de la tenia, simplemente por no cocinar bien un plato. Suena aterrador, ¿verdad? Presta atención a lo que este caso nos enseña sobre salud y seguridad alimentaria.

¿Qué le pasó al paciente?
En 2021, un hombre que prefirió mantenerse en el anonimato sufrió una infección severa tras ingerir carne de cerdo poco cocida. Un análisis por tomografía computarizada reveló que su cuerpo estaba lleno de pequeñas cistis, parecidas a “granos de arroz”, distribuidas principalmente en los tejidos blandos de los muslos y caderas. Estas cistis no eran otra cosa que larvas de tenia, introducidas al organismo a través de la carne contaminada.
El caso fue estudiado en el hospital universitario de Sao Joao en Portugal, y rápidamente atrajo la atención de expertos de la comunidad médica internacional. Este evento no solo es fascinante desde un punto de vista clínico; también resalta algo que muchas personas ignoran: el enorme peligro de consumir carne mal cocida.
¿Qué es la cisticercosis?
La infección que padeció este paciente es conocida como cisticercosis, una enfermedad causada por las larvas de la tenia (específicamente Taenia solium). Cuando se come carne contaminada y mal cocida, estas larvas pueden entrar al cuerpo, viajar a través del torrente sanguíneo, y alojarse en órganos vitales o en los tejidos blandos. Si no se detecta a tiempo, puede provocar complicaciones graves, incluyendo daño al cerebro, músculos y ojos.
Aunque en ciertos casos los síntomas pueden ser leves, infecciones severas como esta conllevan un gran riesgo. No es solo un problema físico; también puede ser emocionalmente devastador. Imagínate vivir sabiendo que estas criaturas están habitando en tu cuerpo.
¿Qué pasa durante la infección?
Una vez dentro del cuerpo, las larvas de tenia se encapsulan, formando cistis que pueden multiplicarse y extenderse a distintas partes del organismo. En este caso, el paciente en cuestión notó síntomas como dolor muscular, fatiga extrema y, finalmente, dificultades físicas mayores que le llevaron al hospital. La radiografía de su caso fue descrita por el médico Sam Ghali como “una de las más impresionantes” que haya visto.
Además de los daños locales en las áreas afectadas, estas cistis pueden llegar a órganos más vulnerables, como el cerebro, donde pueden causar una condición llamada neurocisticercosis, que está asociada con síntomas como dolores de cabeza severos, convulsiones y otros trastornos neurológicos. Este no es solo un problema médico; es un problema de vida y muerte si no se trata adecuadamente.
Here’s one of the craziest CT scans I’ve ever seen
What’s the diagnosis? pic.twitter.com/DSJmPfCy9L
— Sam Ghali, M.D. (@EM_RESUS) August 25, 2024
La solución está en la cocina
Probablemente te estés preguntando cómo evitar una situación como esta. La respuesta es más sencilla de lo que parece: cocinar bien la carne de cerdo que destruye las larvas y bacterias presentes en la carne, eliminando el riesgo de infección.
Se recomienda cocinar la carne de cerdo a una temperatura interna de, al menos, 63 °C (145 °F) si es un corte entero, y 71 °C (160 °F) si se trata de carne molida. Aunque algunas personas disfrutan de carnes poco cocidas, correr el riesgo simplemente no vale la pena.
Otra medida importante es congelar la carne antes de consumirla. Sin embargo, esto puede no ser efectivo en algunas especies de parásitos, especialmente si hablamos de carne de caza. Lo mejor es seguir métodos tradicionales de cocción y evitar consumir carne cruda bajo cualquier circunstancia.
La higiene también es clave
Lavar las manos antes y después de manipular carne cruda es fundamental. La contaminación cruzada, que ocurre cuando utensilios o superficies sucias entran en contacto con carne lista para consumir, es otra causa común de infecciones alimentarias.
En el hogar, mantener limpios los cuchillos, tablas de cortar y otros utensilios de cocina puede ser la diferencia entre una comida segura y una que genere problemas de salud. También recuerda almacenar la carne cruda lejos de alimentos cocinados o listos para comer.
Una advertencia global
Este caso no es un hecho aislado, sino un recordatorio de prácticas que aún son comunes en muchas partes del mundo. Según estimaciones, cerca de 50 millones de personas son infectadas cada año con larvas de tenia y la mayoría de estos casos se dan en lugares con malas condiciones sanitarias o donde las prácticas de cocción son insuficientes. De estos, se estima que unas 50,000 muertes están vinculadas a esta enfermedad.