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Insólito

Niña queda en coma tras explotar un juguete en el microondas por un reto viral en TikTok

Una tragedia volvió a encender las alarmas sobre los peligros de los retos virales en redes sociales. Una niña de 7 años terminó hospitalizada y en coma inducido después de seguir una tendencia de TikTok que involucraba calentar un juguete NeeDoh en el microondas. Este lamentable caso muestra cómo un simple reto puede dejar daños permanentes y pone a debate la responsabilidad en el uso de plataformas digitales y juguetes infantiles.

Scarlett Selby, de 7 años, decidió participar en lo que parecía un simple juego: poner su juguete NeeDoh en el congelador toda la noche y luego calentarlo en el microondas para ver qué ocurría. La tendencia, promovida por varios vídeos populares en TikTok, prometía resultados supuestamente “divertidos” al manipular la textura del juguete. Sin supervisión adulta y sin comprender los riesgos, Scarlett siguió el reto al pie de la letra.

El NeeDoh, conocido por su cubierta suave y su interior gelatinoso, no está diseñado para resistir temperaturas extremas. Cuando Scarlett lo sacó del microondas, el juguete explotó y la sustancia caliente le cubrió la cara y el pecho. Las quemaduras de segundo y tercer grado requirieron hospitalización urgente, y los médicos optaron por inducir un coma para evitar mayores daños en sus vías respiratorias.

Por qué estos retos son peligrosos

Los retos virales en redes sociales suelen disfrazarse de diversión inofensiva, pero muchos pueden salirse de control rápidamente. En este caso, los fabricantes de NeeDoh advierten que jamás debe exponerse el juguete a calor extremo o frío intenso, ya que no fue creado para resistir esos cambios repentinos de temperatura. Sin embargo, los videos ignoraron esas advertencias.

Plataformas como TikTok han reaccionado eliminando contenido que incite a prácticas como esta, pero los videos siguen circulando en grupos privados y cuentas nuevas. El acceso fácil a estos contenidos y la presión social que sienten muchos niños por “no quedarse atrás” hacen que el problema siga creciendo.

Las redes sociales y la responsabilidad compartida

TikTok y otras plataformas suelen contar con filtros y moderadores, pero la cantidad inmensa de nuevos vídeos al día hace casi imposible detener todos los retos peligrosos. Los algoritmos pueden bloquear ciertas palabras o denunciar contenido, pero siempre hay quien logra esquivar el sistema.

El fabricante del NeeDoh, Schylling Toys, confirmó que la exposición a calor intenso va contra las instrucciones del producto. Resaltó la importancia de que padres y cuidadores lean las advertencias, enseñen a los niños a seguirlas y revisen periódicamente lo que consumen en redes sociales.

Por otro lado, la supervisión activa es la mejor medida de prevención. Esto no significa vigilar cada segundo, sino crear un ambiente de confianza donde los niños se animen a preguntar, contar sus dudas y buscar consejo antes de probar algo que ven en internet.

Hablar abiertamente sobre los peligros y dejar claro que no deben replicar todo lo que ven en redes sociales puede marcar la diferencia. Conversar sobre casos reales como el de Scarlett ayuda a poner en perspectiva los riesgos de lo que, a simple vista, parece una simple tendencia.

Schylling Toys lamentó el accidente y reforzó que el uso apropiado del juguete está en sus empaques e instructivos. Pero, ¿es suficiente? Las empresas y los desarrolladores de redes sociales también tienen el reto de hacer llegar estas advertencias de manera clara y frecuente. Incluir instructivos ilustrados, mensajes visibles en apps y colaboraciones con expertos en seguridad digital ayuda a mantener mejor informados tanto a niños como a sus familias.

¿Qué se está haciendo y qué podemos aprender?

Ante estos incidentes, plataformas y autoridades han iniciado campañas educativas y han reforzado los controles para eliminar contenido peligroso. Pero la tarea nunca termina, ya que la responsabilidad es de todos: desde los que crean los productos y los que dirigen las redes sociales, hasta los padres, maestros y los mismos niños.

Este caso deja lecciones valiosas sobre poner límites, aprender a decir “no” y pedir ayuda antes de imitar acciones desconocidas. La curiosidad infantil es natural, pero requiere de una red de apoyo y confianza para que nunca se convierta en un riesgo. Los retos virales pueden cambiar vidas en segundos, y no siempre para bien.

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Veronica Pereira

Veronica siempre ha tenido una pasión por la escritura desde su infancia; hija del padre de un médico y madre naturópata, siempre ha estado inmersa en remedios naturales; se ha convertido en correctora/editora de libros de medicina y escritora independiente para blogs que tratan sobre medicina en general o sobre prevención en particular.

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