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Estilo de vida

Plástico o madera, ¿qué tabla de cortar deberías elegir?

La elección de la tabla de cortar en la cocina puede parecer un detalle menor, pero tiene un impacto clave en la higiene y seguridad alimentaria. ¿Es mejor utilizar una de plástico o de madera? Aunque ambas opciones tienen ventajas, existen diferencias significativas que pueden influir en tu decisión.

La batalla contra las bacterias: madera o plástico

Las tablas de cortar son esenciales para preparar alimentos, pero también pueden convertirse en un lugar donde las bacterias se acumulen. Las de plástico, especialmente las blancas de polietileno, suelen ser vistas como más higiénicas porque son menos porosas y pueden limpiarse en lavavajillas. Sin embargo, este material tiende a rayarse con facilidad, y esas pequeñas grietas pueden atrapar restos de comida y bacterias difíciles de eliminar. Con el tiempo, esas superficies rayadas representan un riesgo para la seguridad alimentaria.

Por otro lado, las tablas de madera, aunque porosas, tienen una habilidad natural para ser más higiénicas de lo que parecen. Estudios han sugerido que las bacterias en superficies de madera tienden a ser absorbidas y, con el tiempo mueren, debido a las propiedades antimicrobianas naturales de ciertos tipos de maderas, como el arce o el bambú. Sin embargo, esto no significa que no necesiten un buen mantenimiento para maximizar su seguridad.

Durabilidad y uso: ¿qué tabla resiste más?

Las de plástico tienden a desgastarse con mayor rapidez, lo que no solo compromete su higiene, sino que también las vuelve inestables al trabajar. Además, los microplásticos que desprenden con el tiempo son motivo de preocupación para la salud y el medio ambiente.

En cambio, las tablas de madera tienen una resistencia mayor al desgaste, porque son más suaves para los cuchillos, lo cual no solo protege tus utensilios, sino que reduce las posibilidades de que te cortes accidentalmente. Si se cuidan bien, estas tablas pueden durar años, lo que las convierte en una opción más económica a largo plazo.

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La clave está en el cuidado

Sea cual sea tu elección, el cuidado correcto de la tabla es indispensable, porque una tabla mal mantenida, independientemente del material, puede convertirse en un problema.

  • Las tablas de plástico deben lavarse con agua y jabón después de cada uso. Es recomendable desinfectarlas regularmente y reemplazarlas cuando las grietas y cortes sean evidentes. Si usas lavavajillas, asegúrate de que el material lo permita.
  • Las tablas de madera requieren un enfoque diferente. Limpia la tabla con agua y jabón, pero evita usar productos químicos fuertes que el material pueda absorber. Es crucial secarla completamente después de lavarla para evitar deformaciones o el crecimiento de moho. Aceitarla periódicamente ayuda a mantener su superficie lisa y protegida.

Usar varias tablas, una estrategia inteligente

Independientemente del material, utilizar tablas separadas para diferentes alimentos es una forma eficaz de evitar la contaminación cruzada. Una tabla para carne cruda, otra para vegetales y una más para pan u otros productos es una práctica recomendada por expertos en seguridad alimentaria.

¿Qué material es más sostenible?

Para quienes tienen en cuenta el medio ambiente, las tablas de madera, especialmente de bambú, suelen ser la opción preferida, porque no solo es altamente renovable, sino que también tiene propiedades resistentes al agua y es menos propenso a acumular bacterias. En contraste, el plástico es un derivado del petróleo y puede tener un mayor impacto ambiental, especialmente si no es reciclado adecuadamente.

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La elección final

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Entonces, ¿es mejor la madera o el plástico? La respuesta depende de tus prioridades y hábitos en la cocina. Si buscas algo duradero y más amable con el medio ambiente, la madera es una elección sólida, siempre que estés dispuesto a cuidarla. Si prefieres la comodidad de un material que pueda ir al lavavajillas y sea más ligero, el plástico podría encajar mejor en tu día a día.

Lo más importante es combinar buenos hábitos de limpieza con el uso de tablas separadas para diferentes tipos de alimentos. Con el cuidado adecuado, ambas opciones pueden ser seguras y funcionales en tu cocina.

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