Cuando llega el frío, pasan dos cosas que complican el panorama: menos luz solar y más ropa que cubre la piel, factores que reducen la producción de vitamina D en el cuerpo. Sin suficiente vitamina D, se afecta la producción de hormonas esenciales como la testosterona, el estrógeno y la progesterona.
Además, el invierno disminuye nuestra actividad física y altera nuestros ritmos circadianos, lo que contribuye a una sensación general de fatiga y pereza, que también puede apagar el deseo sexual. Por lo tanto, la combinación de menos vitamina D y un estilo de vida menos activo puede ser una receta para una libido más baja.
El papel de la vitamina D en tu deseo sexual
La vitamina D no es solo importante para los huesos fuertes; también regula hormonas claves relacionadas con tu ánimo y tu libido. Por ejemplo, niveles bajos de vitamina D se han relacionado con un menor deseo y satisfacción sexual tanto en hombres como en mujeres.
En términos hormonales, esta vitamina tiene un impacto directo en los niveles de testosterona, hormona que también tiene un impacto en las mujeres, no solo en los hombres. Para las mujeres, ayuda a regular el estrógeno y la progesterona, que son esenciales para mantenerse equilibradas emocional y físicamente.
En un estudio reciente, se descubrió que las personas que tomaban suplementos de vitamina D y pasaban de niveles insuficientes a óptimos mostraron mejoras en su vida sexual. Además, se observó una reducción en síntomas de tristeza o depresión, que muchas veces interfieren con el deseo.
Cómo aumentar la vitamina D en invierno
Si bien la luz solar es la fuente principal de vitamina D, en invierno, pocas personas logran obtener suficiente exposición natural. Afortunadamente, hay maneras de lidiar con esto:
1. Incorporar suplementos: los suplementos de vitamina D3 son efectivos para mantener niveles adecuados. Se recomienda consultar con un médico para determinar la dosis ideal, pero muchas personas se benefician con 1000-2000 UI al día. Incluso dosis más altas pueden ser necesarias si tienes una deficiencia severa.
2. Comer alimentos ricos en vitamina D: aunque no es una solución completa, ciertos alimentos pueden ayudarte a complementar tus niveles. Los pescados grasos como el salmón y el atún, los huevos y los productos fortificados son buenas opciones para incluir en tus comidas.
3. Lámparas de luz UV: estas lámparas especializadas emiten un tipo de luz que ayuda a la síntesis cutánea de vitamina D. Puede ser una excelente opción si vives en regiones con muy poca luz solar en el invierno.
Vitamina D y hormonas
La relación entre la vitamina D y el deseo sexual está mediada por la producción hormonal. Si tu vitamina D está baja, tu cuerpo puede tener dificultades para producir testosterona y estrógeno, lo que impacta directamente en el deseo y la excitación. Además, la vitamina D contribuye a la producción de óxido nítrico, un compuesto crucial para la circulación y la función eréctil en hombres.
En mujeres, unos niveles adecuados de vitamina D pueden ayudar a regular el ciclo menstrual, asegurando que las hormonas estén equilibradas, no solo mejora la energía y el ánimo, sino que también puede incrementar el interés sexual.
¿Tienes deficiencia de vitamina D?
Algunos de los síntomas más comunes de la deficiencia de vitamina D incluyen fatiga, dolor muscular, cambios de ánimo y, sí, una disminución en el deseo sexual. Si sospechas que podrías estar bajo en vitamina D, un simple examen de sangre puede confirmarlo. En general, se recomiendan niveles entre 40 y 50 ng/mL como óptimos para mantener tanto una buena salud como una libido sana.
Mantener el deseo sexual en invierno
Incorporar pequeños cambios en tu rutina, como salir al aire libre más seguido, optar por alimentos nutritivos y asegurarte de tomar un suplemento de calidad, podría marcar una gran diferencia.
Además, recuerda que cuidar tu bienestar general – desde el ejercicio hasta una buena calidad de sueño – siempre tendrá un impacto positivo en tu deseo sexual.
¡No dejes que el invierno te quite más de lo necesario!
