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Salud

Los primeros indicios de la enfermedad de Alzheimer se manifiestan 10 años antes de que los síntomas aparezcan

La enfermedad de Alzheimer es una forma progresiva de demencia que afecta la memoria, el pensamiento y el comportamiento de una persona. Los síntomas de la enfermedad generalmente aparecen a partir de los 60 años, y el riesgo de desarrollarla se duplica cada cinco años después de los 65 años. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que algunos problemas de salud pueden estar relacionados con un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer varios años antes de que aparezcan los síntomas.

Condiciones de salud relacionadas con la enfermedad de Alzheimer

Un estudio reciente publicado en The Lancet examinó los registros médicos de más de 20,000 personas en el Reino Unido y Francia que fueron diagnosticadas con la enfermedad de Alzheimer entre 1996 y 2020. Los investigadores identificaron varias condiciones de salud que estaban asociadas con un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer de dos a diez años más tarde.

Entre las condiciones de salud más significativamente asociadas con la enfermedad de Alzheimer se encuentran:

  • Depresión mayor
  • Ansiedad
  • Reacción al estrés severo y trastornos de adaptación
  • Pérdida de audición
  • Constipación
  • Spondylose (degeneración de los huesos de la columna vertebral relacionada con el envejecimiento)
  • Pérdida de peso inexplicada o anormal
  • Malestar y fatiga
  • Pérdida de memoria
  • Desmayos y colapsos

La depresión y la ansiedad fueron las condiciones más frecuentemente asociadas con la enfermedad de Alzheimer. La mayoría de los pacientes con la enfermedad de Alzheimer presentaban síntomas de depresión y ansiedad nueve años antes de su diagnóstico. Además, la constipación y la pérdida de peso anormal se relacionaron con la enfermedad de Alzheimer siete años más tarde.

Comprender las relaciones entre las condiciones de salud y la enfermedad de Alzheimer

Es importante tener en cuenta que la presencia de estas condiciones de salud no conduce automáticamente a un diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer. Más bien, se trata de una asociación estadística que plantea preguntas sobre las relaciones entre estas condiciones y el desarrollo de la enfermedad. Es difícil determinar si estas condiciones son síntomas de la enfermedad de Alzheimer o factores de riesgo que aumentan las posibilidades de desarrollar la enfermedad. Además, otros factores como el estatus socioeconómico, la genética y el índice de masa corporal (IMC) también pueden influir en el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.

Limitaciones del estudio

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Es importante destacar que este estudio tiene ciertas limitaciones. Los investigadores examinaron los registros médicos de los pacientes durante sus visitas al médico de cabecera, lo que significa que los primeros signos de la enfermedad de Alzheimer podrían no haber sido diagnosticados o detectados correctamente antes de que los síntomas empeoraran y se hicieran más evidentes.

Además, es importante tener en cuenta que los resultados de este estudio se basan en asociaciones estadísticas y no deben considerarse factores de riesgo definitivos para la enfermedad de Alzheimer. Se necesita más investigación para comprender mejor la relación entre estas condiciones de salud y el desarrollo de la enfermedad.

Actuar para preservar la salud cerebral

Aunque la enfermedad de Alzheimer es una enfermedad compleja y multifactorial, existen medidas que se pueden tomar para preservar la salud cerebral. Aquí hay algunos consejos:

Gestionar el estrés diario

El estrés crónico puede tener un impacto negativo en la salud del cerebro. Encuentre estrategias para manejar el estrés, como la meditación, la práctica regular de actividad física y buscar apoyo social.

Controlar regularmente la presión arterial

La hipertensión arterial es un factor de riesgo para muchas enfermedades, incluida la enfermedad de Alzheimer. Consulte a su médico para medir su presión arterial regularmente y tomar las medidas necesarias para mantenerla dentro de un rango saludable.

Hacer ejercicio regularmente

El ejercicio físico regular es beneficioso para la salud en general, incluida la salud cerebral. Intente hacer al menos 30 minutos de ejercicio moderado a intenso la mayoría de los días de la semana.

Tener un sueño de calidad

El sueño juega un papel crucial en la salud del cerebro. Asegúrese de dormir lo suficiente y mantener una buena higiene del sueño evitando las pantallas antes de acostarse, creando un ambiente propicio para dormir y adoptando una rutina regular.

Mantener una alimentación equilibrada

Una alimentación saludable y equilibrada puede contribuir a la salud del cerebro. Opte por alimentos ricos en nutrientes, como frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables.

Estimular el cerebro

Participe en actividades cognitivas estimulantes, como la lectura, los juegos de mesa, los rompecabezas y el aprendizaje de nuevas habilidades. Estas actividades pueden ayudar a mantener la salud y la plasticidad del cerebro.

Mantener vínculos sociales

La socialización y las interacciones sociales regulares son importantes para la salud del cerebro. Pase tiempo con sus seres queridos, participe en actividades comunitarias y únase a clubes o grupos de interés.

Aunque la enfermedad de Alzheimer es compleja y no existe una forma infalible de predecir quién la desarrollará, es alentador ver que la investigación avanza en la identificación de algunos posibles factores de riesgo. Al estar atentos a nuestra salud cerebral y adoptar hábitos de vida saludables, podemos esperar preservar nuestro bienestar mental y reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.

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Lidia Baldomero

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