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Estilo de vida

Las verdaderas razones por las que no puedes dormir bien fuera de casa

Dormir en casa es, para muchos, un acto cotidiano que hacemos sin pensar. Sin embargo, basta con pasar una noche en un lugar diferente para notar cómo el sueño se convierte en un desafío. Pero, ¿has pensado por qué sucede esto?

El efecto de la primera noche

Cuando te encuentras en un lugar desconocido, tu cerebro, en lugar de relajarse, se pone en modo “vigilante”. Este comportamiento tiene un nombre científico: el efecto de la primera noche, como si tu cerebro izquierdo permaneciera alerta mientras el derecho intenta descansar. Es una respuesta instintiva que hemos heredado, diseñada para protegernos en entornos potencialmente peligrosos. Aunque hoy estemos en un hotel de lujo o en casa de un amigo, el cerebro sigue funcionando como si estuviera en medio de la selva.

Esa alerta hace que cualquier ruido inesperado, como el crujido de un mueble o el canto de un pájaro, te despierte o te impida conciliar el sueño. Aunque no lo percibas conscientemente, estás en un estado de hipervigilancia, y eso afecta la calidad de tu descanso.

Tu zona de confort regula tus noches

Tu cama, tu almohada, el olor de tus sábanas y hasta el ritmo de los sonidos en tu casa forman parte de lo que llamamos tu zona de confort nocturna. Allí, tu cerebro reconoce patrones familiares que lo ayudan a desconectarse. Sin embargo, cuando estás fuera de casa, esos pequeños detalles cambian: la almohada puede ser más dura, la iluminación diferente o la temperatura desajustada. Todos estos factores combinados envían una señal a tu cerebro de que algo no está bien, lo cual genera incomodidad y dificulta el sueño.

Además, el dormitorio en casa no es solo un lugar físico; también tiene una carga emocional, ya que es tu espacio, tu refugio. En un lugar nuevo, pierdes esa conexión emocional que puede desencadenar sentimientos de inseguridad o ansiedad, aunque no seas completamente consciente de ello.

El impacto del ambiente desconocido en la mente

Por la noche, el cuerpo entra en un estado de vulnerabilidad y en casa, esta sensación se alivia porque confías en el entorno. Pero en un lugar nuevo, el cerebro asocia lo desconocido con posibles amenazas. Incluso si racionalmente sabes que no estás en peligro, el cerebro no puede evitar activar su modo protector.

Estamos acostumbrados a seguir ciertos rituales: escuchar una playlist relajante, leer unos minutos o simplemente disfrutar de la temperatura perfecta. En un lugar extraño, esos rituales pueden interrumpirse, lo que confunde al cerebro y hace que cueste más desconectar.

La importancia de los sentidos en el descanso

Nuestros sentidos juegan un papel fundamental en cómo dormimos. El tacto, por ejemplo, se ve afectado cuando usamos sábanas que no tienen la suavidad o textura adecuadas. El oído también es crucial, ya que cualquier ruido desconocido puede parecer más fuerte de lo habitual. Además, el olfato es más importante de lo que imaginamos: el olor de nuestra casa, nuestras sábanas y almohadas proporciona una sensación de tranquilidad. Fuera de casa, la ausencia de esos olores familiares puede contribuir al insomnio.

Foto Freepik

¿Cómo puedes mejorar tu descanso en un lugar nuevo?

Aunque no puedes llevar tu cama contigo, hay formas de hacer que tu experiencia sea más cómoda. Empaca elementos familiares, como tu almohada favorita o incluso ropa de cama que huela a tu hogar. Estos simples objetos pueden darle a tu cerebro una sensación de normalidad.

Además, intenta recrear tu rutina habitual tanto como sea posible. Puedes realizar ejercicios de relajación, como la respiración profunda o escuchar sonidos que te recuerden tu espacio, como música ambiental que uses en casa.

Controlar las condiciones en el dormitorio también es clave. Asegúrate de que la temperatura sea agradable, usa un antifaz si la luz es un problema y lleva tapones para los oídos si el ruido del lugar puede molestarte.

¿Por qué algunas personas no tienen problemas para dormir en cualquier lugar?

Mientras para algunos una cama diferente significa noches en vela, hay personas que pueden dormir profundamente en cualquier sitio. Esto no es más que una señal de que su cerebro se adapta rápido a los cambios en el entorno.

Sin embargo, si eres de los que necesitan replicar su espacio habitual para dormir bien, no te preocupes, es simplemente tu naturaleza, y con algunos ajustes puedes hacer que una cama nueva se sienta un poco más como casa.

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Cuidar de tu descanso

Si constantemente tienes problemas para dormir fuera de casa, recuerda que el descanso no solo es cuestión de comodidad, sino de salud. Dormir bien afecta tu energía, tu humor y tu capacidad para enfrentar el día. Si notas que estas dificultades persisten, tal vez sea útil hablar con un profesional.

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