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Estilo de vida

San valentín: ¿Cuál es la historia detrás de esta celebración?

El Día de San Valentín, celebrado cada 14 de febrero, no siempre fue sinónimo de flores, corazones y cenas románticas. Sus orígenes están profundamente entrelazados con ritos paganos, influencias religiosas y tradiciones literarias que han evolucionado con el tiempo. ¿Cómo una celebración con raíces tan diversas terminó siendo el símbolo del amor que conocemos hoy?

Orígenes paganos

Antes de la instauración de la festividad tal como la celebramos hoy, existía en Roma un festival conocido como las Lupercales, el cual que se llevaba a cabo entre el 13 y el 15 de febrero, estaba dedicado al dios Fauno y centrado en la fertilidad y purificación. Los sacerdotes llevaban pieles de animales mientras recorrían las calles golpeando suavemente con tiras de cuero a las mujeres, que creían que ese gesto les garantizaba fertilidad y suerte en el amor.

Este rito, aunque lejano a nuestra concepción moderna del romance, marcó un primer hito al conectar esta época del año con temas relacionados con las relaciones humanas. Más tarde, con la propagación del cristianismo, estas celebraciones comenzaron a transformarse.

San Valentín: el mártir detrás de la tradición

En el siglo III, bajo el Imperio romano, un sacerdote llamado Valentín desafió las órdenes del emperador Claudio II, quien había prohibido el matrimonio de los jóvenes soldados. Según la leyenda, Valentín no solo celebraba estos matrimonios en secreto, sino que también defendía la fe cristiana en un contexto de abierta hostilidad.

Por sus actos de desafío, fue encarcelado y finalmente martirizado el 14 de febrero del año 269. Una historia popular cuenta que antes de su ejecución, envió una carta de despedida a la hija ciega de su carcelero, firmada con las palabras “Tu Valentín”, expresión que se convertiría en un símbolo eterno de las cartas de amor.

Foto Freepik

La influencia de la poesía medieval

El vínculo entre el 14 de febrero y el amor romántico comenzó a forjarse realmente en el siglo XIV, en plena Edad Media. Fue entonces cuando el escritor inglés Geoffrey Chaucer popularizó la conexión entre esa fecha y el cortejo amoroso en su poema “Parlement of Foules”. Según él, esta era la época en la que los pájaros elegían a sus parejas.

En Francia e Inglaterra, la tradición del amor cortés jugó un papel clave. Los nobles aprovechaban esta festividad para escribir poemas y cartas a sus seres queridos y este cambio poético marcó un giro importante en la forma en que se veía la fecha, trascendiendo las connotaciones religiosas para asociarse directamente con el romanticismo.

De simbolismo religioso a fenómeno comercial

Con el paso de los siglos, la festividad se propagó por Europa, pero no fue hasta el siglo XIX cuando comenzó a adquirir un tono más comercial. Inglaterra se convirtió en uno de los primeros países en producir en masa tarjetas decoradas con mensajes románticos, conocidas como “valentines”, las cuales se popularizaron rápidamente y marcaron el inicio de una tradición que continúa hasta nuestros días.

En el siglo XX, el Día de San Valentín experimentó una globalización sin precedentes. Desde chocolates hasta rosas rojas, el acto de regalar se convirtió en el eje central de la celebración y aunque en algunos países también se celebra la amistad, el amor romántico sigue siendo el enfoque principal.

Tradiciones diversas en el mundo actual

El Día de San Valentín ya no pertenece únicamente a las tradiciones occidentales. Alrededor del mundo, diferentes culturas han adaptado esta festividad según sus propias costumbres. Por ejemplo, en Japón, las mujeres son las que regalan chocolates a los hombres, mientras que un mes después, en el Día Blanco, los hombres devuelven el gesto con otros regalos.

En Colombia, se celebra el Día del Amor y la Amistad en septiembre, mientras que en otros países se da más importancia a expresar afecto entre familiares y amigos. Estas variantes demuestran que, aunque existen diferencias, el deseo de celebrar el amor es universal.

¿Romanticismo o comercio?

Hoy en día, muchos critican el carácter comercial de la festividad, pero el valor simbólico de dedicar un día al amor sigue siendo profundamente significativo. Más allá de las campañas de marketing y los regalos, esta fecha brinda una oportunidad para demostrar cariño, ya sea con grandes gestos o pequeñas acciones.

El Día de San Valentín es una mezcla única de historia, religión y comercio. Al celebrarlo, recordamos no solo el poder del amor, sino también la capacidad de las tradiciones de adaptarse y perdurar a lo largo de los siglos. Entonces, ¿cómo piensas conmemorar este día? A fin de cuentas, el amor en todas sus formas merece ser celebrado.

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