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Estilo de vida

Dormir más durante el fin de semana para perder peso: ¿Mito o realidad?

El sueño es una parte vital de nuestra vida diaria, y dormir lo suficiente puede tener un impacto significativo en nuestra salud y bienestar general. Pero ¿es posible que dormir más durante el fin de semana realmente ayude a perder peso? Examinaremos varios estudios y hallazgos científicos para descubrir si este popular concepto es un mito o si existe alguna verdad detrás de él.

La relación entre el sueño y el peso

El sueño y el peso están estrechamente relacionados, y varios estudios han demostrado que la falta de sueño puede influir en el aumento de peso. La grelina, la hormona del hambre aumenta con la falta de sueño, lo que puede llevar a un mayor apetito y a comer en exceso. Por otro lado, la leptina, la hormona de la saciedad, disminuye con la privación del sueño, lo que puede hacer que nos sintamos menos satisfechos después de las comidas.

Estudio 1: restricción de sueño y aumento de peso

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Chicago encontró que la restricción de sueño puede reducir la tasa a la que nuestro cuerpo pierde grasa, al tiempo que acelera la pérdida de masa muscular. Durante el estudio, se observaron cambios en la expresión génica que indicaban una descomposición muscular y acumulación de grasa en personas que experimentaron falta de sueño.

Estudio 2: dormir menos y consumir más calorías

En otro estudio, adultos con sobrepeso fueron asignados aleatoriamente a una dieta de restricción calórica o la misma dieta combinada con una hora menos de sueño por noche durante cinco días a la semana. Aunque el grupo de restricción de sueño solo perdió tres horas de sueño en total durante la semana, los resultados revelaron que la pérdida de peso en este grupo consistió principalmente en masa magra en lugar de grasa. Esto sugiere que la falta de sueño puede afectar negativamente la composición corporal durante una dieta de pérdida de peso.

Estudio 3: el impacto de dormir más en los niños

Un estudio realizado en niños de 8 a 11 años demostró que dormir menos durante una semana resultó en un aumento del consumo de calorías y un aumento de peso en comparación con una semana en la que durmieron más. Esto indica que el sueño adecuado puede desempeñar un papel crucial en el control del peso, incluso en una población más joven.

Estudio 4: dormir más y perder grasa

En un estudio de seguimiento a largo plazo realizado en adultos con sobrepeso, aquellos que aumentaron la duración de su sueño durante varios años experimentaron una menor ganancia de grasa en comparación con aquellos que continuaron durmiendo menos. Esto indica que dormir más puede tener un efecto positivo en la composición corporal a largo plazo.

Estudio 5: la importancia de las rutinas de sueño

Un ensayo aleatorizado de 6 meses diseñado para mejorar las rutinas de sueño en los hogares para prevenir la obesidad en niños pequeños demostró que dormir más estaba asociado con un índice de masa corporal más bajo. Aunque otras intervenciones no tuvieron un efecto significativo, el aumento del tiempo de sueño fue el factor clave en la mejora del peso.

Recomendaciones para dormir bien y mantener un peso saludable

Aunque los estudios sobre la relación entre el sueño y el peso son prometedores, es importante tener en cuenta que dormir más no es la única solución para perder peso. Aquí hay algunas recomendaciones clave para dormir bien y mantener un peso saludable:

Establecer una rutina de sueño regular: Irse a la cama y despertarse a la misma hora todos los días puede ayudar a regular el ciclo de sueño y promover un descanso adecuado.

Crear un ambiente propicio para el sueño: Mantener el dormitorio fresco, oscuro y tranquilo puede facilitar un sueño reparador.

Limitar el consumo de cafeína y alcohol: Estas sustancias pueden afectar la calidad del sueño, por lo que es recomendable limitar su consumo, especialmente antes de acostarse.

Evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir: La luz azul emitida por los dispositivos electrónicos puede interferir con la producción de melatonina, la hormona del sueño. Es recomendable evitar el uso de estos dispositivos al menos una hora antes de acostarse.

Practicar técnicas de relajación: El estrés puede afectar negativamente el sueño, por lo que es importante adoptar técnicas de relajación, como meditación o respiración profunda, para ayudar a conciliar el sueño.

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Angie Bravo