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Salud

¿Este síntoma te suena familiar? Podría ser una señal clara del inicio de la menopausia

La menopausia es una etapa que muchas mujeres afrontan conociendo los síntomas típicos: sofocos, cambios de humor y aumento de peso. Sin embargo, pocos saben que los mareos y sensaciones de vértigo también pueden ser parte de este proceso. Este síntoma, aunque menos comentado, puede llegar a ser desconcertante. ¿Por qué sucede? ¿Qué lo desencadena? Hoy descubriremos las causas y cómo manejarlo eficazmente.

Causas principales de los mareos durante la menopausia

Los mareos durante la menopausia tienen su origen en las fluctuaciones hormonales, pero también en factores como la calidad del sueño, los niveles de glucosa y la deficiencia de hierro. Todos estos elementos impactan el equilibrio del cuerpo de maneras que pueden pasar desapercibidas hasta que las sensaciones de inestabilidad son inevitables.

Fluctuaciones hormonales y su impacto

Con la menopausia llegan cambios significativos en los niveles de estrógenos y progesterona, los cuales no solo regulan el ciclo menstrual, también afectan el sistema vascular y nervioso. Una caída repentina en el nivel de estrógenos puede reducir el flujo sanguíneo al cerebro, ocasionando una sensación de mareo.

Además, estas alteraciones hormonales pueden desajustar otros procesos del cuerpo. Por ejemplo, el sistema vestibular, encargado del equilibrio, puede volverse más sensible a los cambios hormonales, intensificando estos episodios.

Alteraciones en el sueño y sus consecuencias

¿Te despertaste varias veces en la noche por sofocos o ansiedad? Este es un escenario común durante la menopausia. El sueño interrumpido o insuficiente provoca falta de concentración, desorientación y una sensación de inestabilidad física.

Por si fuera poco, el agotamiento acumulado a lo largo de las semanas o meses afecta tu bienestar general,  amplificando los mareos y hacer que incluso las tareas cotidianas resulten complicadas.

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Niveles de glucosa irregulares

La relación entre las hormonas y la regulación de la insulina también juega un papel importante. Durante la menopausia, es frecuente que los niveles de glucosa en sangre fluctúen drásticamente, lo que conlleva episodios de hipoglucemia o hiperglucemia. Ambas condiciones pueden causar debilidad, náuseas e incluso episodios de mareos repentinos.

Es importante señalar que este desequilibrio no solo afecta a mujeres con antecedentes de diabetes, ya que cualquier fluctuación pronunciada puede generar estos síntomas. Mantener una dieta equilibrada se vuelve esencial, como veremos más adelante.

Deficiencia de hierro y anemia

Durante la etapa de premenopausia, muchas mujeres experimentan periodos menstruales más abundantes o frecuentes, lo que provoca una pérdida considerable de hierro. La falta de este nutriente reduce la capacidad del cuerpo para transportar oxígeno, llevando a la fatiga, debilidad y mareos.

Este tipo de anemia, conocida como anemia ferropénica, es tratable, pero requiere atención médica para prevenir efectos secundarios a largo plazo.

Consejos para manejar los mareos relacionados con la menopausia

Aunque los mareos pueden ser desconcertantes, hay formas prácticas de reducir su impacto. Adoptar ciertos hábitos y prestar atención a los pequeños detalles del día a día puede marcar una gran diferencia.

Nutrición equilibrada

La clave de un cuerpo estable está en lo que consumes. Por esa razón, opta por alimentos ricos en proteínas, cereales integrales y grasas saludables. El aguacate, las nueces, el pescado y las legumbres son aliados para mantener un nivel de energía constante.

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Evitar saltarte las comidas también es esencial, ya que largos periodos sin comer agravan las bajadas de glucosa. Un pequeño cambio, como incluir un refrigerio saludable entre comidas, puede mantener tus niveles de azúcar estables y alejar los episodios de inestabilidad.

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Importancia de la hidratación

¿Sabías que la deshidratación puede causar mareos? Durante la menopausia, es fácil perder líquidos debido a los sofocos y sudores nocturnos. Beber suficiente agua, al menos ocho vasos al día, no solo ayuda a compensar esta pérdida, también previene bajadas repentinas de presión arterial, un desencadenante común de los mareos.

Si te cuesta beber agua sola, prueba infusiones o agua con rodajas de limón para hacerla más apetecible.

Mejorar la calidad del sueño

Un sueño reparador es más que un lujo, es una necesidad. Para conseguirlo, intenta reducir la ansiedad con técnicas como la meditación, respiración profunda o incluso lecturas ligeras antes de acostarte. Crear una rutina nocturna consistente también señala a tu cuerpo cuándo es hora de descansar.

El ambiente de tu habitación juega un gran papel. Mantén una temperatura fresca, apaga dispositivos electrónicos y opta por cortinas opacas para favorecer un descanso ininterrumpido.

Consulta médica como alternativa

Si los mareos persisten o interfieren con tu calidad de vida, es hora de hablar con un especialista, el cual puede identificar las causas, como problemas auditivos o nerviosos, y sugerir tratamientos personalizados. A veces, un suplemento de hierro o un ajuste en tus medicamentos podría ser todo lo que necesitas.

No temas expresar tus inquietudes. Entender y abordar los síntomas de la menopausia es crucial para navegar esta etapa con confianza y bienestar.

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